Sexta derrota del Real Madrid

Mijailov no está aún para jugar al nivel de la Liga ACB, Struelens se cargó rápidamente de personales, a Iker Iturbe le faltan centímetros, Larsen es un tipo limitado... Así que el Madrid tuvo que defender su suerte ayer en el Raimundo Saporta con un solo pívot-pívot, Brent Scott. Y dado que el rival no era precisamente fácil, pues...Así les fue a los de Sergio Scariolo: el Gran Canaria les infligió la sexta derrota de la temporada. Ocho victorias llevan los del Madrid, las mismas que sus rivales canarios de ayer. Las mismas que el Tau. Zona media media: a una victoria solamente de la zona media baja. A tres jornadas para que se cierre la clasificación para la Copa del Rey (se la jugarán los ocho primeros tras la primera vuelta de la Liga), la noticia es preocupante. Y el próximo fin de semana le espera el Barcelona en el Palau...

La victoria del Gran Canaria en Madrid fue limpia y clara. Tan de línea clara que un vistazo a las estadísticas lo puede explicar todo.

El trío de lanzadores del Real Madrid estuvo a una altura regular, normal, habitual,pero de poco valió su contribución, los 18 puntos de Herreros y los 16 de Angulo y Djordjevic teniendo en cuenta que entre todos los pívots consiguieron 24 puntos y, más explícito, unos escasos 12 rebotes (y sólo tres de ellos fueron ofensivos).

Poco obstáculo resultaron para la pareja de Bernardo (Hernández) y Bernardino (Tamames), los héroes canarios de la matinal. Bernardo, el base, vivió su día total, su jornada soñada. Fue el máximo reboteador de su equipo (ocho rebotes), el máximo anotador (22 puntos, con cuatro de cinco tiros de tres) y el mejor pasador (tres asistencias). No parecen cifras espectaculares: en efecto, la presencia de Bernardo tuvo más poder sencillamente porque sus apariciones estelares sucedieron cuando más necesarias eran. Perdía su equipo en el m.11 (30-28), pero no se preocupen en las islas, dos triples consecutivos de Bernardo y a otra cosa. Que dude Scariolo.

Bernardino, el pívot suplente, sustituto del eliminado Deon Thomas, vivió su gloria desde la línea de tiros libres. Forzando personales se labró 10 oportunidades de lanzamientos. Convirtió siete. Los suficientes. Del resto se encargaron sus compañeros americanos.

Amenazado en Europa, con problemas en España, el Madrid de Scariolo sigue siendo un trabajo en progreso, como dicen los carteles de las grandes obras que duran largo tiempo en estar completadas.