De gafe a gafado
Mentar al Rayo Vallecano en A Coruña es evocar viejos fantasmas. Porque el conjunto madrileño ha tenido un protagonismo destacado en algunas de las más dolorosas tragedias del deportivismo. A principios de los 80, el Rayo le birló en Riazor, en el último partido del campeonato, un ascenso a Primera. Una década después, el Deportivo perdía el título de Liga. Esa vez el rival fue el Valencia, pero unos días antes el Rayo se había llevado un empate de A Coruña que resultó decisivo.Pero este fin de semana, la mala suerte se le traspasó al Rayo por motivos ajenos al fútbol. El Rayo quedó atrapado el sábado en la niebla de Barajas y tras una interminable espera, no pudo viajar a A Coruña. El Rayo debió pegarse un madrugón el mismo día del partido: salió de Madrid a las 7,30. Los tres goles del Deportivo en el primer cuarto de hora parecieron confirmar que el Rayo había empezado a perder el partido en el aeropuerto. Pero luego vino su reacción y la afición deportivista recordó que ese modesto equipo le ha chafado demasiadas fiestas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.