La Fiscalía alerta sobre el exceso de niños internados en Burjassot

La Fiscalía de Menores ha constatado en la última inspección que el Centro de Recepción de Menores de la Generalitat en Burjassot se encuentra totalmente saturado, "casi al 200% de su capacidad". En el acta de inspección señalan que se encuentran internados allí cerca del doble de niños de la capacidad máxima del centro: más de 40 menores, cuando sólo hay 25 plazas. Una masificación que preocupa a la Fiscalía, porque "dificulta la reeducación de los menores y el funcionamiento del centro, que no está preparado para atender a tantos internos". Por ello, la Fiscalía reclama a la Consejería de Bienestar Social que ponga fin a esta saturación en breve y recomienda "un mayor gasto social en los presupuestos que permita crear nuevos centros".

Esta situación ha creado una lista de espera de delincuentes juveniles. Se dan casos de adolescentes que cometen un delito y deben aguardar tres meses para ingresar en el centro. "Con el retraso se pierde la eficacia reeducativa, porque cuando ingresan ya no se acuerdan del delito que cometieron", destacan.

"No le hemos descubierto nada nuevo a la consejería, nos hemos limitado a recoger las reclamaciones de los profesionales del centro, que ya habían expuesto la saturación en su memoria anual", matiza un fiscal. Los fiscales piden un segundo centro que descongestione el de Burjassot y permita atender el aumento de internamientos que se producirá con la nueva ley penal juvenil.

Traslado a residencias

Consciente de que esas inversiones no llegarán a corto plazo, la Fiscalía propone que una parte de los menores internados en Burjassot sean trasladados a la treintena de residencias comarcales. "El problema es que casi todas están llenas y sus directores no aceptan nuevos ingresos", detalla un fiscal. En su opinión, bastaría con que cada residencia aceptara uno o dos niños para descongestionar Burjassot.

¿Por qué están llenos el centro de recepción y las residencias? Los fiscales responden que se ha producido gran aumento de los internamientos ordenados por la Administración para proteger a menores con problemas.

Aseguran que muchos niños "podrían estar en sus casas" e impiden que ingresen menores desatendidos. Para evitarlo, proponen que se efectúe una criba entre las familias que piden que se interne a un menor "porque no pueden con él" y que, las que tengan recursos, paguen su alojamiento: "Así, se lo pensarán más antes de internarlos".