Cantante de ida y vuelta
Tanto en el flamenco como en la música cubana hay codificada una serie de cantes, o cantos, de ida y vuelta. También se podría extrapolar y hablar de cantantes de ida y vuelta. Marta Campos, a caballo entre Valencia y La Habana es una de ellas. "Voy y vengo continuamente", explica la cantantautora. "Yo me alimento para la creación de Cuba y de España y por eso mi vida está en los dos sitios".Su último álbum, que ahora se publica en España, ha sido grabado en los estudios del viejo sello Egrem de la Habana ("en los nuevos estudios de la disquera, que son muy buenos", precisa). La edición del disco, no obstante, es cosa del sello catalán Picap, que ya editó su primer trabajo y con el que queda pendiente un tercer álbum. El título del más reciente, Como soy, hace referencia no tanto a una identidad emocional, como a una manera de vivir la música. "Con este título y con este disco, yo quiero enseñarle a todo el mundo lo que quiero hacer musicalmente: enlazar la Vieja y la Nueva Trova cubana en un estilo propio". En Como soy hay canciones de viejos troveros como Óscar Hernández, y uno de los nuevos tan representativo como Pablo Milanés. Éste último interpreta al alimón con Marta Campos Si ella me faltara alguna vez. La veterana Hilda Santana (tiene ochenta años) también aporta su voz en otra de las canciones, Si yo fuera como tú, que es el primer single extraído del álbum.
Marta Campos ha estado siempre vinculada a la Nueva Trova cubana. "Ahí están mis orígenes", puntualiza, "con Pablo, con Marta Valdés y con tantos otros que ahora, en cierto modo, nos hemos convertido en Vieja Trova". Sin embargo, considera que "la Nueva Trova permanece viva porque es una renovación constante" y la define como "un estilo estético revolucionario dentro de la canción cubana".
Entre álbum y álbum, Marta Campos ha estado embarcada en el proyecto Cuatro mujeres, con el que ella misma y las cantautoras Sara González, de quien partió la iniciativa, Liuba Maria Hevia y Anabel Pérez han recorrido diferentes escenarios españoles hasta recalar en un multitudinario concierto de la Habana. La idea, en suspenso de momento por los compromisos individuales de cada una, "es más relevante de lo que pueda parecer", subraya Marta Campos, "porque somos muchas mujeres haciendo música y otras cosas, aunque la mayoría permanece casi en el anonimato". Como ejemplo, menciona a la misma Hilda Santana: "Para mí la Compay Segundo cubana", enfatiza, "aunque no tenga el reconocimiento que se merece".
Buena conocedora de la situación de los artistas en Cuba, afirma que para ellos, ahora, salir fuera es algo relativamente fácil. De hecho, el éxito sonríe a muchos de ellos en el exterior. "Es más difícil", señala, "subsistir dentro, a pesar del sueldo que nos paga el gobierno cubano, por lo que creo que es necesario mejorar los mecanismos existentes".
