Diez años de cárcel para un vecino que provocó una explosión en su edificio

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 10 años de cárcel a Antonio Ponce, de 69 años, por provocar una explosión en su piso de la calle de Holanda de L"Hospitalet que causó siete heridos y afectó a 16 viviendas. Además, la sentencia establece que durante cinco años tras ser puesto en libertad no podrá acercarse al edificio que intentó volar, con el fin de evitar nuevas desgracias, ya que los vecinos sostienen que Ponce quiso vengarse por las malas relaciones que mantenía con alguno de ellos.Ponce dispuso cuatro bombonas de butano con los reguladores abiertos y una estufa encendida en su piso del número 52 de la calle de Holanda para provocar la "devastación" -señala la sentencia- del edificio en la noche del 8 de enero de 1998. Tras dejar el gas abierto, abandonó el inmueble para evitar que la explosión le cogiera dentro. Como consecuencia de ello, se produjo un incendio que se extendió por el bloque y originó daños por valor de 10.740.000 pesetas.

Según la sentencia, Ponce es culpable de un delito de estragos, ya que "proyectó" la explosión para volar el edificio. El tribunal descarta que el hecho fuera "accidental" y señala que resulta "palmario" que la disposición de las bombonas de butano era "apta para provocar la explosión".

Las seis personas que tuvieron que ser atendidas por la inhalación de humo, entre ellas un niño de cuatro meses y otro de cinco años, serán indemnizadas por el condenado, que además deberá pagar multas que ascienden a 180.000 pesetas.

El edificio tenía aluminosis y había sido reforzado con vigas meses antes. La empresa que se ocupó de las obras tras la explosión aseguró que el bloque se habría venido abajo si no se hubieran instalado vigas nuevas.

Ponce, que está en prisión desde el día siguiente al de la explosión, fue juzgado y condenado unas semanas después del suceso a seis meses de prisión por lanzar aguarrás a la cara de uno de sus vecinos.