Pujol afirma que Cataluña nunca ha vivido una etapa mejor que la actual

Los últimos 20 años, que coinciden con el mandato de Jordi Pujol al frente de la Generalitat, han sido la etapa de mayor progreso "en todos los sentidos" que ha vivido Cataluña durante este siglo. Así lo subrayó ayer Pujol en el acto de toma de posesión del cargo, en la que será su sexta y última legislatura, aunque advirtió a continuación que Cataluña todavía tiene un nivel de autogobierno "insuficiente" e invitó a "transformar" esta realidad con "ambición".

Flanqueado por el presidente del Parlament, el democristiano Joan Rigol, y el ministro de Administraciones Públicas, el conservador Ángel Acebes, Pujol prometió su cargo ante unas 500 personas -representativas de todos los sectores sociales de Cataluña- que llenaron a rebosar en la mañana de ayer el salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat. Entre los invitados, tan sólo una significativa ausencia, la del secretario general de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod, partido que se abstuvo en el debate de investidura.El discurso de Pujol, que apenas duró 10 minutos, tuvo un carácter eminentemente institucional, de balance de los 20 años de vigencia del Estatuto catalán. Aunque estas dos décadas han significado el periodo de mayor progreso para Cataluña, el presidente precisó que "el nivel y carácter" del autogobierno" todavía es "insuficiente". "[Cataluña] nunca había podido presentar un balance tan brillante", a pesar, según afirmó, de las persecuciones que ha sufrido Cataluña como, por ejemplo, durante la dictadura franquista.

Este balance debe servir como empuje, señaló Pujol en su intervención, para lograr un futuro mejor. "Es el mañana lo que cuenta. Estamos ante las puertas de una gran transformación, de nuevas y multiplicadas posibilidades; ante un gran reto", afirmó el presidente nacionalista, en referencia a las reivindicaciones de mayor poder fiscal y de autogobierno que piensa plantear la coalición Convergència i Unió. Pujol también tuvo unas palabras de agradecimiento para todos sus compañeros de partido y de gobierno y para su familia.

Por la tarde, el presidente hizo público su nuevo Gobierno, que se caracteriza por la entrada de siete nuevos consejeros (de un total de 14), y el equilibrio de poderes entre sus dos virtuales sucesores, el consejero de Economía, el convergente Artur Mas, y el líder democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, al frente del Departamento de Gobernación y Relaciones Institucionales. Ambos se harán cargo de dos supercarteras que les sitúan en la misma línea de salida hacia la sucesión de Pujol.

Así lo interpretó ayer el líder de la oposición, el socialista Pasqual Maragall, que calificó el Ejecutivo de "transición, sin ánimo, sin intención y sin auténtica renovación" y que obedece a "equilibrios sucesorios". Opinión que no compartieron Mas y Duran Lleida. El líder democristiano señaló que se encontraba bien situado para relevar algún día a Pujol con independencia de su incorporación al Gobierno.

Aunque el presidente ha renunciado a crear dos vicepresidencias, las dos carteras que ocuparán Duran y Mas tienen un alto contenido político y agrupan competencias que antes se repartían otros departamentos, sobre todo Presidencia. El democristiano se hará cargo de todas las relaciones institucionales, incluido el Parlament, mientras que el convergente ha conseguido para sí la coordinación de los distintos departamentos de la Generalitat. Pujol ha creado un nuevo departamento de Interior.

De los 14 consejeros, tan sólo repiten siete -muchos más de los que inicialmente Pujol tenía previsto- y el presidente ha cumplido su promesa electoral de incorporar a más mujeres en el Ejecutivo. En total serán tres: Núria de Gispert, que repite en Justicia; la diputada en el Congreso, Carme Laura Gil, en Enseñanza, e Irene Rigau, en Bienestar Social.

Las otras incorporaciones son: Felip Puig, hasta ahora secretario de organización de Convergència, que presidirá el Departamento de Medio Ambiente; el presidente de la Diputación de Lleida, Josep Grau, en Agricultura, Ganadería y Pesca; el democristiano Lluís Franco, en Trabajo; y el director general de la radio y televisión catalana, Jordi Vilajoana, en Cultura.