El Real Madrid opta por no sancionar a Anelka
La junta directiva del Real Madrid recibió ayer a Nicolas Anelka en el Bernabéu, para escuchar su alegación ante su negativa a jugar el último partido de Liga. "Me duele la rodilla", argumentó el francés. Y ante tan incontestable declaración -y ante el temor de que el aislamiento del jugador se acentúe-, los directivos optaron por pasar página y esperar, a ver si el extraño caso que les ocupó estos días queda pronto olvidado. "No nos queda más remedio que confiar en él", admitió el portavoz de la junta, Jaime Ussía. "No podemos asumir la responsabilidad de obligarle a jugar si dice que le duele; aunque los exámenes médicos aseguran que no tiene nada... él dice que le duele y vamos a confiar en él. Anelka tiene toda la confianza de la junta".Los directivos del club aceptaron las explicaciones del futbolista después de un fin de semana turbulento en el que se llegó a especular con sancionarlo por no haber querido jugar el domingo en Vigo. La medida punitiva contra la estrella francesa fue tomada en consideración después de que los servicios médicos del club no detectaran lesión alguna, y la directiva sospecha que Anelka simuló la dolencia: un dolor en la rodilla derecha cuyo origen cifra en una caída en su casa. Las causas de esta simulación son hipotéticas, pero se sabe que Anelka no se encuentra a gusto en su condición de sustituto de Morientes; más aún cuando hace un mes que desde el club se desprende el rumor de que se le busca una salida para la próxima temporada. Esto lo habría llevado a desistir de jugar el último partido, precisamente cuando Morientes no podía jugar, sancionado.
Un sector de la directiva del Madrid ha propuesto incluso la contratación de un psicólogo que atienda al jugador, pero este extremo ha sido rechazado de plano, puesto que se duda de que sea la mejor manera de incrementar su sentido de pertenencia hacia el club. Según fuentes de la directiva: "No nos hemos planteado esa posibilidad. Los problemas que pueda tener Anelka deben ser solucionados entre el jugador y su entrenador, Vicente del Bosque".
El jefe de los servicios médicos del Madrid, Alfonso Del Corral, aseguró el sábado pasado que "Anelka tiene que trabajar" para recuperarse. Obediente a la consigna, el francés se entrenó ayer durante 45 minutos, en solitario, bajo la supervisión del preparador físico. Corrió, frenó, tocó el balón. No dio signos de lesión alguna.
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