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Anelka se niega a jugar

El delantero no actuará en Balaídos, tras alegar un dolor en la rodilla, pero el Madrid le obliga a viajar a Vigo

Diego Torres

Nicolas Anelka, cuya titularidad era segura por la sanción que sufre Morientes, prefiere no jugar contra el Celta (Balaídos, 17 horas, Teletaquilla). En contraste con los examenes médicos, que certifican una salud perfecta, Anelka lleva dos días en los que no se decide a afirmar si está o no lesionado. El viernes por la mañana advirtió que tenía un dolor. Al mediodía aseguró que estaba bien. Y ayer volvió a asegurar que sufría un "dolor" en la rodilla derecha, a consecuencia, según dijo, de una caída en su casa. Anelka llegó a la Ciudad Deportiva sin intenciones de viajar a Vigo con la plantilla y sin el traje oficial que prescribe el club para los viajes. No había avisado a nadie de sus intenciones. Entonces recibió la orden: el presidente madridista, Lorenzo Sanz, le conminó a viajar con el resto de sus compañeros a Vigo. Acto seguido se montó en su coche y se dirigió a su casa para cambiarse de ropa. A la media hora regresó con el uniforme reglamentario y se subió al autobús que le llevó al hotel de concentración. Allí permaneció en silencio, solo, mientras sus compañeros terminaban de entrenarse.La directiva del Madrid, con Sanz a la cabeza, sospecha que el dolor que alega Anelka desde el viernes es una mera argucia, producto del malestar del jugador, que no soporta ser suplente de Morientes, y mucho menos convivir con el rumor del creciente deseo del Madrid de desprenderse de él, como publicó As el pasado viernes. En este diario se aseguraba que el Madrid proyecta el trueque de Anelka por Ronaldo, la estrella brasileña del Inter de Milán.

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La presunta lesión de Anelka no está registrada en ningún parte médico porque el jefe de los servicios médicos del Madrid, Alfonso Del Corral, considera que el jugador no está lesionado. Del Corral compareció ayer ante la prensa -después de un día evitando hacerlo- con la incómoda tarea de justificar al futbolista sin desacreditar su diagnóstico: "No he visto en la rodilla de Anelka nada que me haya impresionado. Hicimos un estudio complementario exhaustivo que descarta una patología importante. No obstante el jugador sigue con molestias y en principio nuestra idea es trabajar con él sin más...". Del Corral considera que, aunque no se aprecia lesión alguna, siempre deben prevalecer las sensaciones del paciente: "Yo pienso que lo que dice Anelka va a misa: si él dice que tiene dolor, para mí tiene dolor. Yo desde luego puedo descartar absolutamente una lesión grave. La exploración clínica es completamente tranquilizadora; la rodilla es estable, no tiene ningún tipo de inflamación. En principio confío en que en pocos días esté entrenando normalmente; creo que en Zaragoza [el partido del próximo fin de semana] no debe de tener problemas. Frente al Celta, no, porque él percibe mucho dolor andando. No cojea, pero dice que tiene dolor andando, aunque yo no veo ningún problema de inflamación, ni hay líquido en la rodilla". ¿Recomienda darle descanso?, le preguntaron. "Anelka no necesita descanso sino trabajar, recuperarse, fortalecer la musculatura y quitar el dolor y la inflamación con las técnicas terapéuticas correspondientes. El ultrasonido no duele".

El entrenador del Madrid, Vicente Del Bosque, necesitaba contar con Anelka para el partido contra el Celta. El Madrid acude a Balaídos en condiciones precarias. La abundancia de lesiones obliga a Del Bosque a alinear a Iván Campo como lateral derecho y a Sanchis en la media. En vista de la situación, el técnico madridista se vio obligado a convocar a Sestelo y Meca, del Madrid B, para acompañar a Etoo, Karanka, Ognjenovic, Dorado y Casillas en el banquillo.

La ausencia de Morientes -que cumple su segundo partido de sanción-, convertía a Anelka en un jugador imprescindible. Pero su enigmático dolor le dejará fuera del banquillo. Del Bosque confirmó ayer que si va convocado es para que mejore sus relaciones con sus compañeros, decisión inaudita que abunda sobre las sospechosas explicaciones de Anelka con respecto a su lesión. El club ha decidido aplicar esta política ante la insistencia de Anelka en bucear en su propio aislamiento: "Anelka no jugará porque no ha entrenado y aparte tiene una molestia en la rodilla. No puede jugar. Tampoco va a estar en el banquillo. Va a viajar con nosotros para estar con el equipo; para que no se aísle, para que se sienta importante. En estos momentos es un jugador importante para el equipo".

Anelka no quería viajar hoy a Vigo. Seguramente prefería pasar el fin de semana como el resto de sus días: recluido en su mansión de La Moraleja, en las afueras de Madrid, empeñado en su obsesiva pasión: los juegos electrónicos. Así lo hacía en Londres, cuando jugaba en el Arsenal, donde terminó enfrentado a medio vestuario. El francés no dudaba en criticar abiertamente a sus compañeros, y hasta su compatriota, Emmanuel Petit, celebró su marcha al Madrid. Ahora repite el mismo camino, pese a que le quedan siete años de contrato. Ser el jugador más caro de la historia del fútbol español -5.600 millones costó su fichaje- y tener una ficha anual que asciende a 500 millones netos no le impide referirse a compañeros como Morientes en términos despectivos: "Es un jugador bueno, pero no es un súper jugador", declaró a L"Equipe. Estas palabras, y su comportamiento evasivo, mantiene asombrados a sus compañeros del Madrid, donde sólo se relaciona con los francófonos: Karembeu, Etoo y Geremi.

Perplejidad en la directiva

Desde el viernes, la perplejidad corresponde a la directiva del Madrid. "Está en perfectas condiciones y va a viajar a Vigo", aseguró el vicepresidente Leandro Crespo tras conocer el examen médico. Luego resultó que Anelka se plantó en su "dolor". Y si no hubiera sido obligado, no habría viajado a Vigo. A su técnico, Del Bosque, le resultó engorroso tocar el tema: "Vino ayer con una molestia en la rodilla y no ha podido entrenar ninguno de los dos días. El doctor le estuvo controlando y está bajo su supervisión. Viaja porque el club cree necesario su integración en el grupo. Creo que es mejor. Es una decisión correcta para que él se sienta apoyando por los compañeros y entable una relación normal. Esto va a facilitar su rendimiento".Del Bosque está sufriendo con particular intensidad la crisis que vive Anelka. Precisamente el viernes, el hermano y representante del delantero, Didier Anelka, abordó al entrenador para pedirle explicaciones sobre su hermano. Para reclamarle mayor atención hacia un joven que soporta una gran presión y lo está padeciendo.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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