Golpe a la droga

Motivos para el contento no han de faltarles al director general de Policía, Juan Cotino, y a su hombre en Valencia, el jefe superior, Segundo Martínez. Por lo que cuentan y exhiben han intervenido un alijo de pastillas que, como suelen decir, es el mayor de los apresados en España durante los últimos años. Felicidades. Sin embargo, yo me iría con tiento antes de colgarme las medallas, pues, en contraste con ese éxito, nuestras eficientes fuerzas del orden se están mostrando incapaces de erradicar la oleada de traficantes, toxicómanos y ladrones que están asolando no pocos barrios del cap i casal, ante la incompetencia o desarme legal de los agentes de la ley. Frente a este acoso diario y palmario, de poco valen estos alardes policiales que parecen concebidos únicamente en atención a los medios de comunicación y al galleo de los prohombres de Interior. Si no supiéramos de su probidad, pensaríamos que todo es un montaje para lucir su histrionismo. Y eso es, a fin de cuentas, lo que deduce el vecindario más fastidiado y alarmado.