Unos 140 "niños de la calle" rechazan las ayudas ofrecidas por Justicia El Síndic de Greuges reclama que se destinen más recursos
El Departamento de Justicia de la Generalitat considera que actualmente deambulan por las calles de Barcelona y algún municipio del área metropolitana unos 140 menores inmigrantes sin papeles que no aceptan las ayudas de la Administración y que prefieren seguir viviendo en estas condiciones. Por el contrario, otros 230 de estos menores han aceptado entrar en el sistema de protección de la infancia de la Generalitat para regularizar su situación y acogerse a algún programa de ayuda. En ambos casos, la mayoría de estos jóvenes entran y salen con cierta frecuencia de los centros de Justicia.
Un año después de que se planteara la problemática de los llamados niños de la calle -menores inmigrantes e indocumentados procedentes de Marruecos en la mayoría de los casos- la Generalitat pactó con otras administraciones un plan de actuación. Sin embargo, Jordi Cots, adjunto al Síndic de Greuges para asuntos de infancia, considera que los recursos materiales y humanos que se han destinado hasta ahora son insuficientes. "Es un problema de mucha envergadura al que hace falta dedicar más medios", asegura. El Síndic de Greuges abrió un expediente de oficio hace un año y ahora redactará una serie de recomendaciones dirigidas a la Generalitat, que es la Administración con mayor grado de competencias.
El Departamento de Justicia asegura que en el último año se ha identificado a unos 370 niños de la calle. La fiscalía, la policía y la Administración autonómica pactaron entonces realizar unos expedientes identificadores, que incluyen la fotografía del menor "para saber realmente quién era quién", asegura la consejera de Justicia en funciones, Núria de Gispert. El problema que se planteaba hasta entonces era que cuando se identificaba a un menor y era conducido a un centro oficial facilitaba a menudo una identidad diferente en cada ocasión y una edad distinta de la real.
Tras la polémica de hace un año se adoptaron medidas para afrontar la situación. Por un lado, se ha abierto en el hospital de Vall d"Hebron de Barcelona un servicio que funciona las 24 horas y en el que se realiza a los menores una prueba radiológica en la muñeca para conocer su edad. Por otro, se realizan esos expedientes identificadores para fichar a los niños de la calle. Entre el mes de noviembre de 1998 y el pasado mes de octubre la policía realizó 2.470 presentaciones de menores que deambulaban por la calle y que corresponden a 370 niños distintos.
Tras el verano, se ha producido un aumento de la presencia de los niños de la calle en los centros oficiales. En el mes de julio se registraron 123 estancias, 179 en agosto, 209 en septiembre y 246 en octubre.De los 370 menores identificados por Justicia, el 20% son mayores de 18 años y el resto se divide a partes iguales en grupos de 14 a 16 años y entre 16 y 18. En 62 casos, la Generalitat asegura que se ha conseguido un permiso de residencia para que puedan trabajar. 70 de estos niños de la calle viven actualmente en un centro de Justicia, otros 45 están en un centro de acogida y 38 viven con familias, sean las propias o no. Otros 30 se encuentran en acogimiento preadoptivo y 21 de ellos se han integrado en planes para mayores de 18 años.
Los 140 niños de la calle que rechazan las ayudas oficiales no pueden ser retenidos en contra de su voluntad en los centros de Justicia. Eso comporta que muchos de ellos se escapen de esas dependencias a las pocas horas de ingresar, hasta que la policía los vuelve a sorprender en la calle al cabo de unos días y son conducidos de nuevo al centro. Justicia anunció hace un año que en pocas semanas se reformaría la Ley de Protección de Menores de 1991 para acabar con esa situación, pero entre la convocatoria electoral y las reticencias de la fiscalía a la reforma la promesa se ha demorado.
Pese a ello, De Gispert asegura que en enero entrará en el Parlament un proyecto de ley que definirá los derechos y deberes de estos niños y las actuaciones en caso de riesgo social.
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