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FÚTBOL Competiciones europeas

El Mallorca exhibe sus galones

El equipo de Vázquez se convierte en el primer club español que gana al Ajax en Amsterdam

El Mallorca se graduó con matrícula de honor en Europa en el mejor estadio del mundo y ante uno de los clubes más laureado del continente. Diego Tristán firmó el gol de un triunfo histórico, porque deja al equipo isleño a un paso de eliminar al otrora todopoderoso Ajax, que por primera vez en la historia perdió en su casa ante un conjunto español en competiciones europeas.La majestuosidad del Arena Stadium no apartó un ápice al Mallorca de su sistema, archiconocido en la Liga española, basado en la disciplina defensiva y el contragolpe veloz, pero que sorprendió al equipo ajacied, poco versado en las cualidades que adornan al juego balear.

Sin complejos, olvidando las estadísticas en competiciones europeas, que son demoledoras a favor del Ajax, tetracampeón de Europa, con 211 partidos a sus espaldas y sexto en la clasificación de la UEFA, el Mallorca -que jugaba su encuentro europeo número 15- le planteó tal cantidad de problemas a su rival en el primer tiempo, que por un momento dió la impresión que el conjunto curtido en mil batallas era el Fernando Vázquez y no el que dirige Jan Wouters.

AJAX 0

MALLORCA 1Ajax: Grim; Van Haals (De Clerc, m. 75), Winter, Mokoena; Nieewnburg, Knopper, Witschge, O"Brien; Brian Laudrup, Wamberto (Hosé, m. 67) y Gronkjaer. Mallorca: Burgos; Olaizola, Siviero, Nadal, Miquel Soler; Lauren, Engonga, Francisco Soler, Stankovic (Carreras, m. 77); Diego Tristán y Leonardo Biagini (Carlos, m. 71). Gol. 0-1. M.35. Jugada personal de Diego Tristán que culmina de fuerte disparo con la pierna derecha. Árbitro: Lubon Michel (Eslovaquia). Partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA disputado en el Arena Stadium de Amsterdam ante unos 30.000 espectadores, 500 de ellos seguidores del Mallorca.

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Por encima de todos, emergió la figura en ciernes de un futbolista de muchos kilates, el andalúz Diego Tristán, producto de la cantera del Real Betis. Él marcó el gol mallorquinista (min. 35) y lideró la imaginación, ganas y coraje de un equipo que lejos saltar con complejos al terreno de juego, jugó como suele hacerlo en la Liga española, y esa fue, precisamente, su principal virtud.

El Ajax, que no es aquel equipo invencible de algunos años atrás, mantuvo el dominio de las acciones, pero se comportó de forma blanda cuando tuvo oportunidades ante la meta defendida por el Mono Burgos. Brian Laudrup y el ex barcelonista Witschge, fueron los jugadores más activos en ataque. El danés tuvo en sus pies el empate (min. 42), pero su remate se estrelló en los dos palos, ante la desesperación de la afición local.

El Mallorca lució en el Arena Stadium, por primera vez en su historia, una indumentaria de color negro, que sustituyó al rojo habitual. Esa fue la única licencia que se permitió el equipo de Vázquez, porque su comportamiento fue el de siempre. Jugó un partido completo y causó una excelente impresión. Siempre estuvo muy bien situado en el terreno de juego y obligó a su rival a perder muchos minutos en la elaboración de sus jugadas de ataque.

El tiempo ha pasado para el Ajax, que salvo dos o tres jugadores, está muy lejos de aquel conjunto que arrasaba en las competiciones europeas. Laudrup, Knopper y Witschge tiran del equipo, pero muy pocas veces encuentran la respuesta adecuada entre sus compañeros.

El apoyo incondicional de su hinchada y un cambio de mentalidad en su juego -fue más vertical- fueron los argumentos principales que exhibieron los locales en la segunda parte. El partido se rompió desde el principio, con un Ajax lanzado en ataque y un Mallorca encerrado atrás, defendiéndose hasta con seis defensas.

En los momentos más críticos surgió la figura majestuosa del Mono Burgos, que estuvo perfecto en todas sus intervenciones, evitando goles cantados, como el cabezazo de Gronkjaer (min. 53).

El meta internacional argentino pareció más motivado que nunca, quizás, porque enfrente tenía a un rival que lucía los mismos colores (rojiblanco) de su ex equipo, el River Plate. Burgos lo paró todo y contribuyó al histórico triunfo mallorquinista.

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