Becerril critica la "improvisación" de la política municipal de PSOE y PA
La renuncia del gobierno municipal de Sevilla a crear una sociedad de obras, forzados por la oposición sindical, recibió ayer los aplausos de PP e IU, que siempre se habían enfrentado a tal idea al considerar que fortalecía el control del PA sobre las inversiones y minaba el control político. Aunque los sindicatos consideran que se ha paralizado el proyecto, el gobierno local no da por enterrada la sociedad. IU teme, incluso, que se trate sólo de una decisión temporal hasta después de las elecciones.
La ex alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, celebró ayer la paralización del proyecto para crear la sociedad de obras, pero aprovechó el cambio de criterio para criticar "la improvisación" del gobierno municipal. La rectificación de decisiones, a juicio de Becerril, se está convirtiendo en una característica de la coalición (PSOE-PA). "Cada día anuncia cosas en función, no se sabe si de presiones internas o veleidades o si es una falta de madurez a la hora de decidir la política municipal", dijo.Becerril mostró su satisfacción por la renuncia a crear la sociedad municipal de obras porque, en su opinión, significa que no se desmembrará Emasesa, la empresa de aguas. "Nos tranquiliza a todos porque era un verdadero disparate, y además innecesario", señaló.
Sin embargo, la eliminación del proyecto de empresa municipal de obras no altera la distribución de áreas, acordadas entre socialistas y andalucistas para sellar su acuerdo de gobierno en el Ayuntamiento de Sevilla. La delegación de Obras públicas, en manos del PA, según este reparto, gestionará todas las competencias atribuidas en el pacto de gobierno, formalizadas luego en un decreto de la alcaldía, que recogía la distribución de áreas.
En virtud de este compromiso político, la delegación de Obras, cuya titular es la andalucista Isabel Guerra-Librero, gestionará las competencias de Parques y Jardines, algunas de la Gerencia de Urbanismo y las funciones que se segregan de Emasesa, que coinciden con las de mayor poderío inversor. Esta delegación, paralizada desde julio por las negociaciones mantenidas para tratar de sacar adelante la empresa de obras, tendrá que concretar ahora cuestiones básicas como su organización interna.
Desde el grupo municipal andalucista, además, se puntualiza que no han renunciado a crear la sociedad de obras y que el proyecto sólo ha sido "aparcado" de forma temporal ante la falta de consenso con los sindicatos. El propio alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, advirtió ayer de que el gobierno local no puede garantizar que "ese instrumento no se va a usar nunca". En cualquier caso, su creación estaría condicionada a la aprobación sindical.
También la portavoz adjunta de IU, Paula Garvín, expresó su preocupación por el hecho de que el actual acuerdo sea una simple paralización transitoria. Garvín, después de felicitar a los sindicatos por haber logrado frenar la idea de PSOE y PA, no escondió su recelo ante la posibilidad de que se trate de una estrategia temporal, provocada por "temor a las consecuencias electorales", y que se recupere una vez pasadas las elecciones generales y andaluzas.
Las organizaciones sindicales no han ocultado su satisfacción por el desenlace de las negociaciones con el equipo de gobierno. UGT y CC OO temían las repercusiones que podría tener la creación de la sociedad de obras sobre los puestos de trabajo. El estancamiento de las conversaciones entre el gobierno local y los sindicatos, que apenas habían avanzado a pesar de las reuniones mantenidas, hacía cada vez más previsible el inicio de movilizaciones. Las centrales llegaron a amenazar con convocar una huelga en los servicios municipales.
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