La BBC presenta un programa con niños que piden ser adoptados
Una familia para mí es el título de la serie dedicada por vez primera por la BBC a uno de los problemas más delicados de la infancia desamparada: las adopciones. Después de mucho pensarlo y de recabar el apoyo de las asociaciones británicas encargadas de buscarle unos padres adecuados a los 10.000 menores que los necesitan en estos momentos en el Reino Unido, la cadena pública ha decidido mostrar a partir de enero sus problemas. Los protagonistas escogidos son una treintena de pequeños difíciles de colocar, bien sea porque tienen hermanos de los que no quieren separarse, o porque son considerados demasiado mayores. Con un cierto tono de documental, el programa deja que los niños se describan a sí mismos ante las cámaras. También aparecen jugando con sus amigos y los asistentes sociales o padres de acogida con los que residen de forma temporal. Los capítulos, que serán emitidos a diario por las mañanas durante cuatro semanas, incluyen entrevistas con los adultos que han tratado a los menores desde que las autoridades locales británicas se hicieron cargo de ellos. Los productores esperan ofrecer así una imagen más completa de la personalidad de cada pequeño, que ayude a decidirse a los candidatos a padres de adopción.
A pesar del exquisito cuidado puesto por la BBC para evitar que los retratos de cada menor acaben atrayendo a los adultos equivocados, el programa ha sido condenado ya por explotar a la infancia más vulnerable. "Nuestro punto de partida fue pensar que había miles de niños esperando tener una familia y que eran llevados de un hogar de acogida a otro durante años. Los que nosotros presentamos no están en venta. Sólo hemos querido ayudar a los servicios de adopción", ha replicado Jane Lush, jefa de la programación matutina de la BBC.
Investigación posterior
Para subrayar aún más sus intenciones, Lush recuerda que el servicio telefónico puesto a disposición de la audiencia en cada uno de los capítulos no facilita por sí sólo la adopción. Los interesados deberán someterse a las mismas preguntas e investigación sobre su vida, pasado y finanzas que por el resto de los padres de adopción. "Con las adopciones no puedes equivocarte. Por eso programas como éste pueden ser de gran ayuda. Cuantos más candidatos a padres, mejor. Y lo que es más importante, podrá comprobarse que no todos los menores necesitados de una familia son el clásico bebé deseado por todo el mundo", dice Felicity Collier, de la Asociación Británica de Adopción y Acogida.
Esa búsqueda casi obsesiva del recién nacido es uno de los problemas que la asociación espera paliar con el programa. La mayoría de los menores listos para ser adoptados tiene hoy entre 5 y 10 años, más hermanos, un pasado traumático, problemas de comportamiento o incluso enfermedades y minusvalías.
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