La Caixa abre un nuevo conflicto en el seno de Telefónica al exigir más poder en el consejo

Un día antes de la reunión del consejo de administración de Telefónica y en medio de la polémica generada por las opciones sobre acciones, La Caixa, miembro del núcleo estable de accionistas de la compañía, ha abierto un nuevo conflicto al anunciar que quiere renegociar su situación en el consejo. La entidad catalana considera que se ha producido "una distorsión" tras la fusión de los otros dos miembros del núcleo, BBV y Argentaria.La Caixa, BBV y Argentaria firmaron en 1995 un pacto de sindicación de una parte de sus acciones en Telefónica, el 2,5% cada uno. Ahora, La Caixa ha denunciado ese acuerdo y exige un cambio en su concepción para renovarlo. El convenio vence el 25 de mayo del 2000 y cualquier cambio debe anunciarse con seis meses de antelación, plazo que cumple precisamente hoy, 24 de noviembre. No obstante, las circunstancias que han llevado a la entidad catalana a denunciar el convenio (la citada distorsión) existen desde el pasado 19 de octubre, el día en que se anunció la fusión del BBV y Argentaria.

La Caixa, que comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su decisión, quiere tener las cosas bien atadas en un momento en el que se pueden producir decisiones importantes en la compañía que preside Juan Villalonga y el consejo de hoy puede ser fundamental para poner este tema sobre la mesa en caliente.

La entidad de ahorro desea revisar el pacto entre las tres entidades, que han consensuado las grandes decisiones de los últimos tiempos. El acuerdo supone un derecho preferente para sus tres participantes a la hora de vender o comprar acciones y también para tomar unidos todas las decisiones de voto, tanto en el Consejo de Administración como en la junta de accionistas. El pacto se extiende a la toma de decisiones como adquisiciones de empresas o reparto de dividendos de la compañía.

Desequilibrio

La Caixa, que preside Josep Vilarasau, argumenta que con la reciente fusión entre el BBV y Argentaria en la nueva entidad BBVA, el pacto para crear el núcleo duro de accionistas de Telefónica ha perdido sentido. En ese momento, las tres entidades sindicaron cada una el 2,5% del capital de Telefónica, lo que supuso en torno a la mitad de la participación de cada uno de ellos en la empresa.La Caixa entiende que la fusión del BBVA y Argentaria ha desequilibrado la situación en su contra, ya que el banco fusionado tiene el 8,35% de Telefónica -un 5,02%, Argentaria, y un 3,33%, el BBV-, frente al 5,01% de La Caixa. La entidad catalana se queda en minoría en el consejo, en el que tiene dos representantes, mientras el BBVA suma ahora cuatro. Un replanteamiento podría llevar a que La Caixa elevara su representación y la igualara con el otro grupo, lo que podría obligar a aumentar el porcentaje sindicado.

La decisión provoca una situación de desestabilización en la entidad que preside Juan Villalonga, que, según fuentes de la empresa, no se esperaba encontrarse hoy con esta cuestión. Este nuevo conflicto se añade al que ha generado el conocimiento de los planes de opciones sobre acciones de la entidad, así como de alguna de sus filiales.

Medios de La Caixa señalaron que "no hay nada raro" en querer renovar un pacto que ha quedado "desfasado". Estas fuentes afirmaron que el objetivo es alcanzar otro pacto acorde con la actual situación accionarial. Tras La Caixa y el BBV, otro accionista destacado de Telefónica es el Chase Manhattan Bank, con el 5,06% del capital.

Vilarasau aseguró ayer que el pacto de sindicación "ya no tiene sentido porque estos bancos [BBV y Argentaria] son ahora mayoritarios" en Telefónica. Vilarasau, que ayer se entrevistó en Valencia con el presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, calificó de "cuestión formal" la denuncia del pacto de sindicación de acciones. Por parte del BBVA, un portavoz señaló que la entidad no tiene nada que decir sobre la decisión de La Caixa.

El BBV y La Caixa tienen intereses comunes en varias sociedades y sus relaciones han sido tradicionalmente muy fluidas. Ambos son accionistas destacados de la petrolera Repsol y recientemente el banco ha comprado a la caja un 5,1% del capital de la empresa concesionaria de autopistas Acesa, donde la entidad de ahorro controla la gestión y tiene en torno al 25,7% del capital.