La rodilla traiciona de nuevo a Ronaldo

Desde la final del Mundial de Francia, en agosto de 1998, a Ronaldo se le pasan los años entre dolores de rodilla. El que fuera considerado el mejor jugador del mundo prolongará por lo menos durante tres meses su desventura. La tendinitis crónica, que se le suponía en vías de curación hasta el domingo pasado, ha vuelto a cortar en seco su progresión desde que en el verano pasado diera signos de recuperación durante la Copa América. Los médicos del Inter de Milán consideraban que el delantero brasileño había alcanzado su plenitud física, cuando el domingo pasado, en el partido contra el Lecce (6-0 en favor del Inter) Ronaldo experimentó un dolor agudo en la rodilla derecha. El diagnóstico fue implacable. "Rotura parcial del tendón rotuliano de la rodilla derecha", según el médico del Inter, Piero Volpi. "No sabemos el alcance de la rotura con exactitud. El año pasado las recomendaciones convergían en la terapia curativa, ahora la hipótesis quirúrgica debe ser tenida en consideración". En cualquier caso, se espera que Ronaldo no vuelva a jugar antes de tres meses.

Las rodillas de Ronaldo siempre le dieron problemas, salvo durante su etapa en el Barcelona. Cuando jugaba en el PSV, en 1996, fue operado de una callosidad ósea en la rótula de la rodilla derecha. Los médicos habían diagnosticado que sufría una "ínflamación del tendón rotuliano producida por los ejercicios intensivos para aumentar la musculatura de sus piernas". Fue el primer precedente de la tendinitis, que reapareció después del Mundial de Francia. Entonces los hinchas italianos se paralizaron cuando Ronaldo, en noviembre de 1998, se presentó ante las cámaras para hacer un anuncio dramático: "Tengo una lesión crónica. Los aficionados deben saber que esta temporada no podré jugar todos los partidos".

Ronaldo se marchó a Brasil a recuperarse con Nilton Petrone, su fisioterapeuta en la selección. Cuando regresó a Italia, presionado por la prensa que le reclamaba una fecha de reaparición, fue tajante: "Tengo derecho a estar lesionado, y a tomarme un tiempo para recuperarme". Cuando regresó a los campos de juego, semanas más tarde, lo hizo para jugar con dolores. Abandonaba los partidos. Jugaba uno sí y otro no. La temporada pasada disputó 19 encuentros de Liga con el Inter y marcó 14 goles (siete de penalti). En el verano, su incorporación a la selección de Brasil, para jugar la Copa América que ganó en Paraguay, coincidió con el alivio de sus dolores. "1999 será mi año", anunció entusiasmado. No fue así.

A la espera de nuevos estudios, las posibilidades de tener que abrir la rodilla derecha de Ronaldo son cada vez más nítidas. Según el médico de la Federación Española de Atletismo, Juan Manuel Alonso, la solución pasa por el quirófano cuando otros métodos no pueden garantizar la recuperación: "Si el deportista no puede entrenar; y si, como parece ser el caso de Ronaldo, se han empleado todos los métodos de fisioterapia, entonces la solución es quirúrgica. En ese caso, una técnica consiste en extirpar la parte del tendón que está degenerada; y trazar hendiduras con el bisturí a lo largo del tendón, para oxigenarlo y frenar la inflamación".

Provocada por la tracción constante de la rodilla, este tipo de tendinitis suele aparecer en atletas con la rótula muy alta, lo que provoca un tendón rotuliano largo. Esta patología, según Alonso, es frecuente en los saltadores de altura y longitud en el atletismo, y en el baloncesto.

El de Ronaldo es un caso excepcional. No han faltado comentarios que apuntan a su inexorable retirada del fútbol. A sus 23 años se habla de él como de un jugador de 30. Lo dijo con pesar el seleccionador de Brasil, Wanderley Luxemburgo, al conocer la noticia el lunes: "Yo sé que todavía puede llegar a ser el número uno".