Siemens, Talgo, Adztranz y Alstom ultiman sus ofertas para el concurso de alta velocidad por 117.000 millones

Las principales empresas constructoras ferroviarias ultiman sus ofertas con vistas a la compra de material por parte de Renfe para la futura línea de alta velocidad Madrid-Barcelona a través de un concurso público previsto para principios del próximo año, por un importe de 117.000 milloes de pesetas, que situará al adjudicatario en posición ventajosa en el futuro mercado del ferrocarril a 350 kilómetros por hora. Siemens fue la primera en anunciar que optaría a construir el nuevo AVE con su prototipo ICE-III, con el que lleva realizando pruebas a 400 kilómetros por hora desde 1988, según explicaron a Europa Press en fuentes de la empresa. Las principales armas de la compañía serán la experiencia de la empresa en alta velocidad y la tracción distribuida en los ejes del tren. Así, la multinacional alemana avalará su proyecto con el resultado que este tren está cosechando en Düsseldorf (Alemania).

En cuanto al aspecto tecnológico, la propuesta de Siemens pujará con la tracción distribuida, consitente en que su prototipo no tendrá cabezas tractoras, sino que la tracción se repartirá en distintos motores situados en los ejes a lo largo del tren.

Por su parte, Talgo no quiere perder la carrera de los 350 kilómetros, y para ello ha unido sus esfuerzos con la también alemana Adztranz. Juntas trabajan en el desarrollo de una cabeza tractora adecuada a la alta velocidad que además cuente con el elemento distintivo de la empresa de los Oriol: la posibilidad de cambiar de ancho de vía.

Alstom, que acudirá de nuevo con Construcciones y Auxiliar del Ferrocarril (CAF), se mueve entre tres alternativas, a la espera de que Renfe se pronuncie, todas ellas basadas en el modelo del actual AVE Madrid-Sevilla.

Por su parte, Renfe, como operador de la futura red, prepara ya el pliego del concurso de compra de material rodante, que dará a conocer a principios del próximo año y que será un modelo "completamente novedoso y pionero en alta velocidad, ya que supondrá una implicación más profunda del proveedor en todas las fases del proceso, sobre todo el mantenimiento posterior del producto", según fuentes de la dirección de compras central de la compañía.