De la educación a la política

La radicalidad en la defensa de los planteamientos nacionalistas es una de las señas de identidad más destacadas de Begoña Errazti Esnal, parlamentaria navarra y portavoz de la coalición EA-PNV en el legislativo de esta comunidad.Errazti nació el 22 de agosto de 1957 en Barakaldo, está casada y es madre de dos hijos. Estudió Geografía e Historia en Deusto, realizó un curso de posgrado en gestión empresarial y ganó una oposición para ejercer de profesora de instituto, aunque renunció a ocupar la plaza y se trasladó a Navarra.

En Pamplona, fue directora de la escuela taller Río Arga y gerente de la Federación Navarra de Ikastolas. Su trabajo en defensa de la lengua vasca y de una mayor presencia del euskera en las redes educativas de la comunidad foral dio paso a su reciente incorporación a la política en las filas de EA. Errazti dimitió inmediatamente de sus cargos en el ente educativo con el deseo de mantener una escrupulosa distancia entre los ámbitos de la política y la educación.

Se presentó en 1995 a las elecciones al Parlamento foral como independiente en las listas de EA y accedió al escaño el 5 de septiembre de 1995 en sustitución de Iñaki Cabasés, nombrado consejero de Industria del entonces gobierno tripartito presidido por el socialista Javier Otano.

Las bases del partido la eligieron el pasado junio para encabezar la coalición que EA y PNV formaron en Navarra con el objetivo, finalmente cumplido, de ampliar la presencia nacionalista en el Legislativo foral. En la actualidad es miembro de la ejecutiva navarra de EA y de la ejecutiva nacional del partido. En estos últimos años, su intenso trabajo parlamentario ha ido acompañado por una estrecha colaboración política y personal con Carlos Garaikoetxea.

Mujer muy afable, pero también de fuerte carácter, participó estrechamente en la gestación de la Declaración de Lizarra, de cuya comisión permanente es miembro. Errazti ha demostrado sobradamente en la Cámara la contundencia de su defensa de los planteamientos de EA y de la reivindicación nacionalista en Navarra.

En el plano personal se define como una persona "absolutamente normal" con "muchas miserias" que intenta superar "y alguna virtud que otra", pasión por la cosa pública, gran amante de la lectura y de la música (Frank Sinatra es uno de sus cantantes preferidos).

Su pasión por la causa saharaui es otra de sus facetas públicas más conocidas. Como parlamentaria navarra ha viajado en varias ocasiones a los campamentos de Tinduf y ha contribuido a organizar diversos programas de ayuda al Frente Polisario.