'El País Madrid' y la jornada continua

Desconozco por qué motivos El País Madrid -a diferencia de lo que ocurre con la edición nacional de EL PAÍS- apoya la implantación de la jornada continua, llegando al extremo de distorsionar la información sobre este tema. El colmo de este sesgo, que se convierte en un insulto a la inteligencia del lector, se alcanza en la información suministrada sobre la reunión del foro de estudio de la jornada escolar celebrada el lunes 8 de noviembre.En el encabezamiento de la información -como si de un partido de fútbol se tratara- se dice que ha habido tres ponencias a favor del horario intensivo y una en contra. Sin embargo, en la presentación de la noticia -en negrita- se explica que hubo dos ponencias a favor de la jornada continua, otra en contra -que en realidad no manifestó tal posición- y la última -la del Defensor del Menor- se debatía en la duda. Lo único cierto es que hubo dos ponencias en favor de la jornada continua: la de la Federación de Padres de Alcalá de Henares y la del sindicato CSIF.

El Defensor del Menor, aunque expresó sus dudas sobre un tipo de jornada u otro, se manifestó contrario a la jornada continua para los más pequeños. A ello añadió sus temores sobre el peligro de desplazamiento de la matrícula desde la pública a la concertada y que la cuestión de la jornada continua no se plantea en las comunidades autónomas de mayor producto interior bruto.

La última ponencia fue la que presenté yo mismo en nombre del Movimiento por la Calidad de la Educación en el Sur y Este de Madrid. Desde un principio dejé muy claro que no hay una postura del todo definida por parte del Movimiento sobre el tipo de jornada. Consideramos que hay otras cuestiones más importantes, como las desigualdades educativas, la ineficacia general nuestras escuelas o el fracaso escolar. No obstante, dado el cariz que estaba adquiriendo el debate, consideramos oportuno intervenir. Nuestros temores se centran en que la jornada continua se aplique preferentemente en los centros públicos -lo que claramente corroboran los datos suministrados por la Consejería de Educación en la presentación del foro- y en que éstos pudieran quedar desiertos a partir de las dos de la tarde. Igualmente expresamos nuestras dudas sobre el carácter democrático de una decisión adoptada por más del 80% de los padres y madres. A nuestro entender, el discurso de la libre elección en el ámbito educativo es un campo plagado de minas, cuando no una trampa. Consideramos que hay que diferenciar distintos tipos de jornada: la del profesorado, la de los alumnos y la del centro. Nos parece fundamental asegurar que los centros permanezcan abiertos por las tardes -además de los fines de semana, en verano, etcétera-, por lo que parecería conveniente regular por ley las actividades extraescolares, de modo que éstas no queden al albur del particularismo de las asociaciones de padres o de los ayuntamientos. En consecuencia, consideramos inadecuado -como insistentemente hace la prensa- plantear el problema en términos de jornada continua o partida. Lo que pretendemos es provocar un debate más amplio sobre tiempos escolares en el que podamos repensar la educación, la relación de los centros con su entorno, y, por supuesto, la jornada continua. Para más información sobre el Movimiento y sobre nuestra ponencia se puede consultar nuestra página web (www.nodo50.org/movicaliedu).- .