_
_
_
_
_
Crítica:CRÍTICA FLAMENCO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Engullida

Sueños.Sara Baras y su Ballet Flamenco. Palau de la Música. Valencia, 17 de noviembre.

Sara Baras parece engullida por la publicidad, primero, y por su propio equipo artístico, después. El programa de mano de su nuevo espectáculo Sueños contiene más anuncios que información y, cuando éste comienza, una voz grave agradece en nombre de los patrocinadores -del Palau de la Música de Valencia, que organiza el festival, ni mención- la presencia del respetable. Sin embargo, el espectáculo es ambicioso, tanto en duración -demasiada- como en instrumentación y coreografías. Hay alguna hermosa, en especial las más festivas, como las alegrías en que la obra parece despertar de un preludio remolón en exceso. Pero la fuerza y la belleza se diluyen en la seguiriya y la soleá, palos mayores donde el dramatismo del cante no se corresponde con la inconsistencia del baile.

Más garra

Sara Baras, sin duda la bailaora de moda, se erige en columna vertebral del espectáculo, pero a menudo se le apodera su propio cuerpo de baile, y algunas de sus pupilas, cuando danzan solas, transmiten más sentimientos y garra que ella misma.

Y es que la bailaora se ha sabido rodear de un equipo homogéneo y sólido, a través del que, como coreógrafa, consigue momentos brillantes. Pero la resolución escénica de Sueños no muestra una progresión con su clímax correspondiente, que uno se cansa de esperar. Ello no impidió que al final el público del Palau de la Música solicitara bises, un tanto absurdos en una obra con principio y final.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_