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Redadas en los clubes de fútbol de Holanda

Cada país europeo mantiene sus propias legislaciones y políticas de inmigración, que en general son más duras que la que se quiere aprobar en España. Holanda, conocida por su tradicional política de tolerancia en tantos aspectos, la ha perdido ya respecto a los extranjeros sin papeles. Buena muestra ha sido la atípica inspección realizada en los clubes de fútbol por el Servicio de Inmigración, que a principios de semana descubrió 26 jugadores irregulares a los que amenaza con expulsar del país, informa Sonia Robla.En julio de 1998 entró en vigor una ley que, si bien no iba dirigida al grupo de los 100.000 sin papeles que se calcula que hay en el país, tuvo consecuencias funestas para ellos. La ley, que obligó a interconectar todos los sistemas informáticos de las instituciones y organismos públicos, les cerró toda posibilidad de abrir cuentas bancarias, firmar contratos laborales o matricularse en centros de estudio.

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Todavía a los menores se les mantiene el derecho a la educación básica y los hospitales y centros sanitarios continúan sin hacer preguntas cuando se trata de cuidados de urgencia y seguimiento de embarazo o partos, pero la imposibilidad, incluso, de asegurarse con compañías privadas, obliga a los pacientes a correr con todos los gastos, que en muchos casos los médicos cobran por adelantado. El Gobierno ha previsto en los Presupuestos de este año el equivalente a unos 160 millones de pesetas para hacer frente a las cuentas sin pagar que dejan los inmigrantes irregulares.

Seis años de impuestos

La última concesión del Gobierno permite acceder a permisos de residencia a los que llevan al menos seis años trabajando y pagando impuestos, aun indocumentados. Pero sólo se pueden acoger los que llegaron antes de enero de 1998.En Alemania, donde hay más de ocho millones de extranjeros (incluidos los de la Unión Europea), el mínimo de estancia para acceder a un permiso de residencia indefinido es de cinco años y los temporales los conceden las autoridades regionales en función de cada situación concreta. Además, quienes cobran algún subsidio (por estar en el paro, por ejemplo) no pueden acceder a uno indefinido, informa Pilar Bonet.

Y en Francia, donde existen entre 200.000 y 500.000 sin papeles, cualquiera con contrato de trabajo puede obtener un permiso de residencia inmediato, informa Octavi Martí. Justificar 10 años de residencia, siendo cual fuere la actividad, debiera bastar para poder vivir en Francia legalmente, pero los funcionarios pueden estimar que los contratos de trabajo que se presentan son falsos, que los testimonios no son fiables, o que las facturas de luz no prueban la permanencia en Francia.

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