"La viuda negra es la especie más singular de nuestra fauna tóxica"

Sebastián Sánchez-Fortún Rodríguez, madrileño, de 40 años, es doctor en Veterinaria y experto en toxicología. Imparte clases de esta disciplina en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense. Sus estudios le llevaron en un principio a interesarse por las toxinas naturales, pero, a través de las familias de algunos amigos, establecidas en zonas de la sierra norte madrileña, descubrió todo un entramado de saberes transmitidos de generación en generación. Con ellos, las gentes del campo combatieron con procedimientos naturales, quizá durante siglos, numerosas dolencias e intoxicaciones. Fascinado por estos conocimientos, encaminó sus pesquisas científicas hacia la toxicología, materia en la cual es considerado una autoridad. A él recurrió el Gobierno regional con el encargo de que realizara un libro sobre Fauna tóxica de la Comunidad de Madrid. Junto con la profesora María Victoria Barahona Gomáriz, redactó un texto, editado por la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, que se ha convertido en el manual de referencia para comprender este complejo mundo.Pregunta. En el gran diseño de la naturaleza, ¿qué sentido tiene la capacidad de envenenamiento de estos animales?

Respuesta. Los venenos de estos animales obedecen a líneas de evolución, a desarrollos metabólicos que dejan sus residuos en su organismo con distintas finalidades.

P. ¿Cuáles son?

R. El ataque o la defensa, por ejemplo. Se ha demostrado que la víbora tiene limitaciones visuales. No puede competir en velocidad con los ratones de campo. Comoquiera que ha de alimentarse, está dotada de un sistema de ataque que le garantiza que el ratón por ella atacado caerá poco después y ella podrá proseguir su rastro lentamente hasta engullirlo.

P. ¿Cómo se defienden los animales con toxicidad?

R. El sapo, por ejemplo, exhibe sobre su espalda el veneno, para alertar a cuantos quieran agredirle.

P. ¿Cuáles son las principales especies de la fauna tóxica y peligrosa madrileña?

R. Es preciso distinguir entre animales peligrosos y tóxicos. La hormiga alberga productos tóxicos en su organismo, pero no es peligrosa. Sucede lo mismo con la salamandra, un animal muy pacífico, si bien es portador de tóxicos. Quizá la viuda negra, una araña de apenas un centímetro, es una de las especies más singulares de la fauna tóxica de Madrid, o la Vipera latastei.

P. ¿Hay en Madrid suficiente información sobre estos asuntos?

R. Creo que sería procedente desplegar campañas de divulgación, muy necesarias no únicamente para defender a la población de esa toxicidad, sino también para dar a conocer que hay que respetar a estos animales, que cumplen una función ecológica.

P. ¿Como cuál?

R. Combaten plagas y restablecen equilibrios naturales.