Empresarios españoles se lanzan a la compra de equipos
Hidalgo se queda con el Farense; Torcal, con el Rávena, y se abre la puja por el Logroñés
El negocio llama a las puertas del fútbol para convertirlo en algo más que deporte. La transformación de los clubes en sociedades anónimas abrió ese camino y últimamente se ha desatado una fiebre por comprar un equipo de fútbol como quien adquiere otra empresa. El anuncio de que el Logroñés, de Segunda División, puede desaparecer por problemas económicos ha desencadenado ofertas de compra de varios grupos empresariales.A Juan José Hidalgo no le basta ser accionista mayoritario y presidir el Salamanca, sino que acaba de comprar un equipo portugués, el Farense. Un intermediario futbolístico como Fernando Torcal ha extendido sus negocios al comprar en subasta pública el Rávena, equipo italiano de Segunda División. Otro intermediario, Santos Márquez, ha adquirido el Lorca, de Segunda División B. El que fuera secretario general de la Liga Profesional Jesús Samper, a través de una multinacional, ha comprado el Murcia, también de Segunda B, con la intención de ascenderlo a Primera.
"Siempre aconsejaré comprar un equipo de fútbol como si de un negocio más se tratase". La recomendación no es de un advenedizo. Antón Parera puede hacerla con todo el conocimiento de causa. Fue gerente del Barcelona durante más de una quincena de años, cerebro de las maniobras de Antonio Asensio y hoy responsable máximo de la asesoría Parera Asociados, dedicada a la gestión del mundo del fútbol.
Antón Parera no tiene duda alguna. "El fútbol siempre será negocio. Lo ha demostrado el Barcelona. Lo de que tiene mucho que ver que el balón entre o no es un cuento chino. Mucho, por no decir todo, depende de la gestión que se lleve a cabo", explicó Parera, quien ve "lógica" la fiebre que se ha desatado: su explicación es que se barrunta una nueva batalla por los derechos de televisión del fútbol.
Juan José Hidalgo se ha marcado además otros objetivos al comprar el equipo portugués de Primera División, el Farense.Como presidente y accionista destacado de empresas como Viajes Halcón y la compañía privada de aviación Air Europa, entre otras, pretende promocionar su negocio en tierras portuguesas. "Me dedico al negocio del turismo. Tengo 30 oficinas de Viajes Halcón en Portugal y en fechas próximas espero abrir otras 15 más. Comprar el Farense me viene muy bien".
El presidente del Salamanca ahora no sólo descarta vender este equipo, como pretendió al finalizar la pasada temporada, sino que ha pagado 88 millones por el 33% del Farense, pero pretende superar el 50% tras acudir a una prevista ampliación de capital de 240 millones. "De esta forma", explicó, "puedo hacer un intercambio de jugadores con el Salamanca. Hay más posibilidades de mover futbolistas. Los portugueses son más baratos. Si tuviese posibilidad de comprar otro equipo en Italia, mejor que mejor".
Ésa, al parecer, es la idea de Fernando Torcal. Este agente de jugadores, a través de su empresa Continental Sport, ganó el pasado jueves al grupo inglés Burgundians Limited, en subasta pública, la propiedad del Rávena, de la Segunda División de la Liga italiana. El Rávena estaba en venta por la quiebra de la Misano Navegación, la empresa del grupo de Daniele Corvetta, poseedor de la mayoría del capital del equipo. Torcal pagará 50 millones por el Rávena, al que pretende ascender a Primera.
Jesús Samper, que tuvo la oportunidad de conocer todos los entresijos del fútbol desde la Liga Profesional, cuestiona que la compra de un equipo como negocio sirva de escaparate de jugadores, caso que se puede dar con el agente de futbolistas Santos Márquez y el Lorca. Samper ha dirigido la compra del Murcia, del que es vicepresidente, como si se tratase de "un área más de un negocio cualquiera, pero siempre a medio plazo". Su empresa invertirá 1.500 millones en tres años y después recogerá los primeros beneficios.
El Logroñés, por su parte, protagoniza el penúltimo capítulo del negocio en que puede convertirse el fútbol. Al equipo de Segunda División en quiebra técnica, con más de 1.500 millones en deudas, se le rifan grupos como el Iberian Beverage Group (IBG), que compró La Casera, o empresarios españoles; entre ellos, los ex vicepresidentes del Madrid Ignacio Silva y Juan Palacios.
Para Ignacio Silva, la compra del Logroñés puede ser el mejor trampolín para su grupo. "El fútbol", explicó, "tiene su base en el deporte, pero se ha convertido en un espectáculo que da dinero". El objetivo de Silva es comprar el Logroñés, lograr su ascenso a Primera y trasladarlo a Madrid, "donde se vende mejor el espectáculo".
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