Los andalucistas y sus dificultades
Difícil lo tienen los andalucistas si quieren aumentar clientela, como a ellos gusta llamar a su electorado. Las divergencias internas, el debate siempre larvado con la nueva generación que reclama un sitio propio en el seno de esta organización, impiden lo más simple como es la nominación oficial de Pedro Pacheco como candidato a la Presidencia de la Junta.El supuesto ascenso de Antonio Ortega, al que algunos le han atribuido más poder del que realmente tiene en el PA, ha quedado seriamente cuestionado al no poder conducir con pulso firme, no ya sus propias pretensiones en cuanto a la confección de listas, sino simplemente la determinación de un calendario orgánico elemental con el que poner en marca, como secretario general que es, la maquinaria electoral de su partido.
Ahora se asegura que será, finalmente, este sábado cuando, por fin, se produzca tal proclamación. A Pacheco parece darle igual porque él ya está trabajando en su candidatura y programa electoral. Sin embargo, debe tener fundadas razones para estar verdaderamente preocupado. La cercanía de la campaña le impide entrar a saco en el proceso interno que se vive en su partido, mientras que observa cómo el mismo Ortega maneja, no precisamente con manos de plata, todo lo que está ocurriendo que no es otra cosa que la enésima crisis, dicen que de crecimiento, de los andalucistas.
En el PP, el relevo ya está hecho. Su secretario general Antonio Sanz aguarda esta semana a que el Gobierno andaluz le haga una propuesta formal y concreta para la búsqueda de un cada vez más difícil consenso en torno a la ley de Cajas. Los populares no quieren aparecer solamente como los defensores de la singularidad de CajaSur y centran su principal oposición al texto en la creación de la Caja de Cajas. Así se verá cuando se entre de lleno en el tratamiento de las enmiendas de una esperada Comisión de Economía y Hacienda en el Parlamento andaluz.
En definitiva, quieren, según afirman, profesionalizar las cajas y, por supuesto, alejarlas de la política. Se desconoce si este planteamiento ha surgido para evitar lo que precisamente ha protagonizado nada menos que el secretario general del PP granadino, Francisco Pertíñez, quien tras su destitución como presidente de la comisión de control de La General, no se le ha ocurrido otra cosa que desvelar detalles de una operación crediticia de dicha entidad realizada con IU, formación que va a llevar el caso a los tribunales, entre otras cosas, por desvelar un secreto bancario. Igualmente, al juzgado irá Manuel Ramírez, más conocido como Cunete, en calidad de imputado en el caso de intento de soborno en el Ayuntamiento de Sanlúcar. Un asunto que seguirá ofreciendo nuevas sorpresas en estos días.
De igual forma, se entrecruzarán las propuestas de unos y otros por los Presupuestos Generales del Estado y de la Junta para el año 2000, lo cual quiere decir que saldrá a flote, una vez más, la reivindicación del reconocimiento del censo real de población y, sobre todo, la financiación autonómica. Son cuestiones que además han despertado el interés de la Confederación de Empresarios de Andalucía, que ha organizado en Madrid unas jornadas específicas sobre financiación. De eminente carácter técnico, serán clausuradas por el ministro de Administraciones Públicas, Ángel Acebes, a quien no le gustará mucho el que la patronal le lleve hasta su casa un tema aún no resuelto con los andaluces. También la capital de España será sede de la puesta en marcha de un selecto club de opinión, denominado Aljabibe, que estará presidido por Rafael Escuredo. Tendrá como conferenciante inaugural a Manuel Chaves, que ve así colmado su deseo de aglutinar en torno a esta asociación un verdadero lobby andaluz en Madrid.
A todo esto, quedamos a la espera de comprobar cómo, según lo anunciado por Javier Arenas, se vuelve en contra de Chaves su permanente queja de no ser recibido por José María Aznar en La Moncloa.
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