Natalia Menéndez y Matin van Veldhuizen estrenan 'Comida', y la bailaora Merche Esmeralda, 'Ciclos'

Natalia Menéndez, no como actriz, oficio en el que el espectador está más acostumbrado a verla, sino como directora, y la bailaora Merche Esmeralda, con su nuevo espectáculo, Ciclos, son las dos novedades que ofrece desde hoy y hasta el próximo día 13 el Festival de Otoño. La primera presenta en el Círculo de Bellas Artes el montaje basado en Comida, de la autora holandesa Matin van Veldhuizen, que se ha desplazado a Madrid para asistir al estreno español de su exitosa obra, en la que se ofrece una interesante y desmitificadora propuesta acerca de las enfermedades relacionadas con los desórdenes con la comida. La segunda, Merche Esmeralda, trae por primera vez a la capital su última propuesta escénica, que estrenará hoy en el Teatro de Madrid, y en la que ha incorporado numerosos palos de flamenco.Comida supone la presentación en sociedad de la actriz Natalia Menéndez como directora, algo que ya había hecho anteriormente con diferentes textos, pero con una menor repercusión. El espectáculo habla de las relaciones de amor-odio-dependencia que se pueden llegar a establecer con la comida. El asunto se aborda a través de la relación de tres hermanas que se reencuentran, en torno a una mesa, para celebrar el aniversario de la muerte de la madre. Una es bulímica, otra anoréxica y otra coquetea en exceso con el alcohol. Ellas son los personajes interpretados por Trinidad Iglesias, Lucina Gil y Yael Barnatán, que se manifiestan encantadas de este trabajo.

Matin van Veldhuizen matizó que su pieza remarca la teoría, compartida por muchos especialistas, de que en el origen de algunas de estas enfermedades está la familia, aunque deja claro que el enfoque no ha sido angustioso ni obsesivo: "El hambre del estómago está claro que se relaciona con la que podemos tener en la cabeza, con la insatisfacción, con la búsqueda de afectos... con cosas que siempre tienen que ver con la familia, además de los determinantes culturales tan fuertes que están implicados en estas enfermedades", dice la autora.

Menéndez, que ha contado con la traducción y dramaturgia del holandés Ronald Brouwer, conocido profesional relacionado con el teatro español desde hace años, aclara que la función es altamente positiva e incluso deja sitio para el humor: "Es una apuesta nada pedante ni pretenciosa, aunque pueda haber un trasfondo didáctico", dice la directora, que leyó el texto hace cuatro años y tras sucumbir ante él decidió dirigirlo: "Cuando lo leí me atrapó, sobre todo la forma de plantear el lenguaje, sin puntuaciones y con una especie de poética que facilita que la palabra sea muy libre y muy precisa", y concluye: "La rabia y la ironía son los elementos claves de esta función".

Por otra parte, la bailaora Merche Esmeralda, que confesó ayer que le ha costado mucho afrontar Ciclos, su nuevo espectáculo, se ha lanzado en una propuesta puramente flamenca en la que todos los bailes se desarrollan en el más puro estilo español, sin desdeñar elementos de la danza contemporánea, pero sin fusionarse con ellos. Martinetes, siguiriyas, tonás, zorongos, alegrías, soleás y tangos son algunos de los palos que aborda la bailaora, que ha contado con la participación de Rosa Ochoa, su propia compañía, y El Falo y Joaquín Escudero al cante.

Festival de Otoño. Información, 012.