La quinta del 'Mini' costea los fichajes de Van Gaal

La cantera se ha convertido en una importante fuente de financiación para el Barça. Una tercera parte de los ingresos por ventas de jugadores en la etapa de Louis Van Gaal -5.870 de los 17.430 millones de pesetas- procede de jugadores surgidos del propio club. La gran mayoría de ellos proceden de la etapa de Johan Cruyff (1988-1996).Fue Cruyff quien acabó con el paternalismo con el que se trataba a los jugadores surgidos de La Masía, la residencia en la que viven los chavales del club que no son de Barcelona. Pero al mismo tiempo impulsó de forma decidida su presencia en el primer equipo. Desde 1978 hasta la llegada de Cruyff se alinearon 18 jugadores en el primer equipo. Los trapasos de varios de ellos reportaron 365 millones. Estas cifras se multiplicaron en la etapa de Cruyff, en la que debutaron 27 canteranos y se ingresaron por traspasos 1.250 millones de pesetas.

La anécdota del argentino César Luis Menotti, técnico del Barça en la temporada 1983-1984, resume el trato dado a la cantera antes de la llegada de Cruyff. A su llegada a Barcelona preguntó por Rojo. Nadie sabía a quien se refería. Algún empleado lo confundió con el ex jugador del Athletic. Menotti tuvo que precisar: a quien buscaba era al que había sido elegido segundo mejor jugador del Mundial juvenil de 1979 por detrás de Maradona. Continuaba en el Barça B, le dijeron. Su conclusión fue que si Maradona hubiera nacido en Barcelona, con 22 años seguiría jugando en el equipo filial. Cruyff cambió ese estado de cosas. Obligó a todos los equipos del club a jugar con el mismo sistema, dio oportunidades y estableció una escala salarial para los jugadores que ascendieron al primer equipo. Pero no dio más facilidades y no le importó prescindir de algunas de las perlas surgidas si en su posición podía echar mano de otro jugador. Fue paradigmático el caso de Milla, que recaló en el Real Madrid -el Barça ingresó 340 millones-, mientras que el técnico holandés empezaba a darle oportunidades a Guardiola.

Van Gaal ha preferido hacer tabla rasa. Ha permitido que el club rompa la escala salarial establecida por Cruyff y se ha desprendido de la quinta del Mini -De la Peña (2.500 millones, Lazio-Olympique), Óscar (1.050, Valencia), Roger (450, Espanyol), Celades (270, Celta) y Ferrer (550, Chelsea), entre otros- y ha empezado la tutela de una nueva generación que promete: Nano, Xavi, Gabri, Arnau, Puyol y Mario, entre otros.