Una estación más para Carabanchel

Carabanchel cuenta desde ayer con una estación de metro más. Es la de Eugenia de Montijo, en la línea 5 (Aluche-Canillejas), construida entre las de Carabanchel y Aluche. Dará servicio a unas 18.000 personas. La Comunidad prevé que cada año sus tornos giren tres millones de veces.Alberto Ruiz-Gallardón, presidente regional, aseguró ayer, al inaugurar la estación, que esa obra supone "una apuesta más por el sur, por los distritos que históricamente han recibido menos". "Debemos tener presente el cambio de fisonomía que se producirá en esta área tras el traslado de la cárcel de Carabanchel. Estamos adelantándonos a nuevas necesidades de transporte que se van a generar por la remodelación del barrio", apuntó.

Esta estación ha costado 1.053 millones de pesetas, casi el doble de la cifra que en principio manejó el Consorcio Regional de Transportes (organismo que coordina el metro y las líneas de autobuses). Cuenta con ascensores para facilitar el acceso a las personas con problemas de movilidad. Según el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, se trata de "una estación inteligente, pensada para favorecer a los madrileños". La construcción de la parada de Eugenia de Montijo obligó a interrumpir la circulación entre Aluche y Carabanchel desde mediados de junio pasado hasta comienzos de septiembre.

Estas obras sacaron a la luz los restos de una villa romana del siglo II después de Cristo. La Dirección General de Patrimonio efectuó dos catas y decidió no proseguir con los trabajos arqueológicos, en contra de las peticiones realizadas por el PSOE. Los responsables de la Consejería de Educación esgrimieron entonces que se trataba de restos de poco valor y que ya se había vaciado la zona cuando se construyó la línea de metro en los años cincuenta. Entre las piezas que se desenterraron este verano figura un pozo y restos de edificaciones.

"Resulta bastante lastimoso ver al alcalde de Madrid brindando sobre los restos de uno de los atentados más graves que ha sufrido el patrimonio en los últimos tiempos", declaró ayer el edil socialista Rafael Simancas. "He sido testigo de la actuación de las excavadoras sobre asentamientos humanos de los siglos I y II que habrían aportado información muy relevante sobre los habitantes de Madrid en esa época", añade.