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Un ataque con misiles contra objetivos civiles causa 112 muertos en la capital de Chechenia

Al menos 112 muertos y 220 heridos causaron ayer los bombardeos rusos (con artillería y aviones) sobre el centro de Grozni, la capital chechena. La vivienda del guerrillero Shamil Basáyev, por cuya cabeza el Kremlin ha ofrecido un millón de dólares, resultó destruida, al menos parcialmente, según fuentes chechenas. Los daños colaterales del ataque contra la casa del célebre comandante rebelde han sido enormes: los proyectiles rusos, según declararon los testigos, cayeron sobre un mercado civil, un hospital, la estación de autobuses y una cafetería, lo que explicaría el alto número de víctimas.

A la una de la tarde (mediodía en la Península española) comenzaron los bombardeos contra el centro de Grozni, sembrando el pánico y el horror entre la población. El blanco principal de estos ataques era la casa de Basáyev, el jefe guerrillero que lideró en agosto las fracasadas incursiones de extremistas musulmanes en la vecina Daguestán, donde quería crear un Estado islámico independiente.El objetivo de la artillería y aviación rusas fue alcanzado, al menos de forma parcial: un misil aterrizó en el patio de la vivienda de Basáyev, situada en la avenida de Lenin, y mató al menos a tres de sus guardias. Ni el comandante guerrillero ni su familia resultaron heridos, pues no se encontraban en el lugar.

Pero no todos los misiles dieron en el blanco esperado. Los que erraron dejaron, según informaciones de Grozni, 112 muertos y 220 heridos. La nueva tragedia ocurre exactamente seis días después de que una operación especial rusa causara una matanza de civiles en el mercado principal de la capital chechena.

El presidente independentista, Aslán Masjádov, informó ayer de que el número total de víctimas, como consecuencia de los bombardeos del jueves, era de 282 muertos y 400 heridos. Masjádov aseguró que, como artillero que es, está en condiciones de afirmar que el blanco era "el palacio presidencial, que querían destruir completamente".

Otros 'daños colaterales'

El ataque de ayer también destruyó la casa de la viuda del primer presidente checheno, Dzhojar Dudáyev. Alevtina Dudáyeva es rusa y no se sabe si se encuentra en Chechenia o en el extranjero. Otro blanco de los rusos fue el aeropuerto Jeque Mansur, de Grozni. Como resultado de los bombardeos, éste "prácticamente ha dejado de existir", según Mumadí Saidáyev, jefe del Estado mayor checheno.

Las tropas rusas continuaron ayer su avance por el este de Chechenia. Los soldados controlan los suburbios de Gudermés, segunda ciudad en importancia, ubicada a 40 kilómetros de Grozni. El plan militar del Kremlin es sellar Grozni. Para completar el cerco es necesario bloquear los accesos al sur de la ciudad, y aparentemente ésta es la tarea de las fuerzas federales que se aproximan a Gudermés. Los soldados no entrarán en esta ciudad, sino que la sitiarán, como ha sucedido en los pueblos en los que esperaban encontrar resistencia.

Aprender la lección

Los militares han aprendido la lección de la última guerra, y saben que los chechenos se han preparado para un combate urbano, donde disponen de ventaja. Los carros de combate rusos que realizaron una incursión en en Grozni en la Nochevieja de 1994 fueron aniquilados casi en su totalidad, ya que los blindados carecen de movilidad en las ciudades. La nueva táctica rusa es bombardear las posiciones enemigas antes de realizar un avance. Así han conseguido tener pocas bajas, aunque el número oficial que dan los militares -cerca de 200- no corresponde a la realidad y es mucho mayor, según la mayoría de los observadores.

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