CiU inicia los contactos con Esquerra y los populares para la investidura de Pujol
Los dirigentes de Convergència i Unió iniciarán esta semana una ronda de contactos con Esquerra Republicana de Catalunya y el PP con el objetivo de asegurarse el apoyo de alguno de ellos para la investidura presidencial de Jordi Pujol. Los nacionalistas huyen de un pacto de gobernabilidad estable para la legislatura y se inclinan por alcanzar acuerdos coyunturales. Para resultar elegido en la primera votación, Pujol debe obtener, al menos, el voto afirmativo del PP o el de ERC. En la segunda vuelta le bastarían sus abstenciones.
Los nacionalistas han designado al líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, para negociar con los independentistas de Josep Lluís Carod Rovira. Mientras tanto, el secretario general de Convergència Democràtica (CDC), Pere Esteve, se encargará de las conversaciones con los populares de Alberto Fernández Díaz.Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que ya ha anunciado que, en el mejor de los casos, se abstendrá en el debate de investidura de Jordi Pujol, sigue apostando por configurar un Gobierno tripartito con CiU y el PSC. En cualquier caso, ayer, en una entrevista en el diario Avui, su secretario general, Carod Rovira, opinaba que no habrá un Ejecutivo fuerte en Cataluña hasta después de las elecciones legislativas del próximo año, cuando se esclarezca el mapa político español.
En cambio, la decisión final que tome el PP dependerá no sólo de las negociaciones de esta semana, sino también del grado de contenido nacionalista del dicurso de Pujol. Los conservadores no están por ninguna salida de tono de tipo soberanista, aunque en ningún caso votarán en contra del líder de CiU.
A todo esto, hoy se inicia en el Congreso el debate de los Presupuestos Generales de Estado y el PP necesita el voto de los nacionalistas para sacarlos adelante. CiU ha anunciado que votará a favor después de haber conseguido que Cataluña aglutine el 16% de las inversiones totales del Gobierno.
Para ser investido presidente Pujol necesita obligatoriamente, en la primera votación, obtener la mayoría absoluta de la Cámara, es decir 68 diputados. Esto significa que el PP o ERC deben votar a su favor. En la segunda sesión sólo se requiere la mayoría simple, lo que Pujol puede conseguir con la abstención de uno de los dos grupos, que tienen 12 parlamentarios cada uno. CiU obtuvo 56 diputados en las elecciones del 17-O, cuatro menos que en la anterior legislatura.
Posible moción de censura
Los nacionalitas no están por firmar un pacto de gobierno con ninguna fuerza política. Duran Lleida, desde las páginas de La Vanguardia, volvió ayer a apostar por configurar un Ejecutivo monocolor de CiU: "Para optimizar el doble objetivo de priorizar la viabilidad del programa [de CiU] y no alejarnos de la posición decisiva de la política española".
La coalición que encabeza Pujol se inclina más por establecer pactos coyunturales a derecha e izquierda y repetir la experiencia de la anterior legislatura. Esta estrategia, considera, es la que le otorgará solidez para gobernar durante los cuatro años.
Por contra, el líder socialista, Pasqual Maragall, en una entrevista en El Periódico, dejó ayer entrever que el PSC podría presentar una moción de censura a lo largo de la legislatura. "Puede pasar que alguien diga que el Gobierno no va y que promueva una moción de censura. En este caso, sería lógico que presentara como candidato al que ha ganado en votos [la lista del PSC-Ciutadans pel Canvi]", afirmó.
En esas declaraciones, Maragall reclamó para su partido el apoyo de ERC y la repetición de la situación de 1980, cuando los independentistas optaron por CiU, que fue la lista más votada, pese a que el resto de los partidos de la izquierda tenía una clara mayoría.
Carod Rovira se manifestó ayer a favor de configurar en la Generalitat un Gobierno de coalición e ironizó sobre la preferencia de CiU por crear una mayoría nacionalista en el Parlament. "Ignoramos los motivos", dijo el líder de ERC, "de esta conversión repentina de CiU a la causa nacional. La fórmula que ahora pretende [CiU] convertir en mayoría gubernamental estable ya existía en la legislatura anterior".
En cuestiones de autogobierno, el secretario general independentista apostó por "dejar las manos libres a Cataluña para que encuentre su propio encaje no en el Estado español, sino en Europa".
Por su parte, Duran Lleida reconoció que sus propuestas del pacto fiscal y el autogobierno requieren el máximo consenso parlamentario.
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