NICOLÁS REDONDO TERREROS SECRETARIO GENERAL DEL PSE-EE "El socialismo vasquista va a tener el protagonismo"
Bilbao Nicolás Redondo Terreros está convencido de que los socialistas tienen que ensanchar la senda ideológica por la que caminan en Euskadi y convertir en protagonista al socialismo vasquista que preconiza el número dos del partido Jesús Egiguren. El éxito de Pascual Maragall en Cataluña y la situación política vasca le han convencido para reflexionar a fondo sobre ello.
Pregunta. El PSC de Maragall ha sido la fuerza más votada en Cataluña con una propuesta socialista netamente diferenciada de la del PSOE. ¿Le merece alguna reflexión?
Respuesta. Sí y no. Las elecciones catalanas han sido un éxito del socialismo catalán. Pero porque ha sabido mezclar los ingredientes del socialismo catalanista con las señas de identidad del PSOE. Los compañeros catalanes han sido muy inteligentes al acentuar su catalanismo y, al mismo tiempo, llevar a Felipe González a la campaña. Esa mezcla ha dado un fruto muy positivo, aunque sin movilizar del todo a las zonas más industriales. Hemos hecho lo más difícil y no hemos conseguido lo más fácil.
P. ¿El socialismo de Maragall es un modelo trasladable a Euskadi?
R. La situación del País Vasco y de Cataluña es diferente. Ellos, por suerte, no tienen a un Otegi, ni un nacionalismo radical y antisistema. Afortunadamente para ellos no tienen a Arzalluz, sino a Pujol, y a Molins, y no a Anasagasti. Ellos disponen de tranquilidad a la hora de hacer propuestas positivas. Aparte de su autonomía, el socialismo catalán cuenta con la ventaja de que tiene enfrente un nacionalismo no agresivo.
P. En cierta manera, entonces, la experiencia exitosa del PSC rehabilita la apuesta por un socialismo vasquista de Jesús Eguiguren.
R. Jesús Egiguren es el número dos del PSE. Y es el padre del socialismo vasquista y el más más genuino y honesto representante de esa forma de pensar. Nació muy debilitada, pero él es hoy es el número dos del partido y está en armonía con el secretario general, que soy yo.
P. Pero ese discurso sigue estando en un segundo o tercer plano en el PSE, es casi testimonial.
R. De ningún modo se puede decir que ese discurso, el socialismo vasquista, esté arrinconado, sino al contrario. Esa vocación de establecer un socialismo vasco fuerte, con ofertas constructivas, se está imponiendo. En situaciones difíciles hemos hecho saltar por los aires asuntos que parecían tabú, como el diálogo con HB, por el que apostamos y que hemos mantenido incluso con oposición dentro del partido. Pienso que en las últimas elecciones hemos presentado una actitud más coherente y sólida que antes. Ahora tenemos que ampliar nuestro paraguas político.
P. Sin embargo, el socialismo vasco sigue sin plantear propuestas para un sector de la sociedad que es joven, bilingüe, poco ideologizado, que ha asumido la cuestión nacional con naturalidad y está instalado en la sociedad del bienestar.
R. Es cierto, a los socialistas nos queda ese reto. Podría decirle que estamos haciendo un gran esfuerzo y que hemos atravesado un momento difícil. Pero es así. No estamos dando respuesta a todas esas personas, precisamente a un sector que sí que permitiría visualizar al socialismo vasco como la opción central de nuestro escenario político, y además vasquista a todos los efectos.
P. ¿Y eso cómo se hace, cuando da la impresión de que el PSE dirige su discurso a una inmigración que hace décadas que dejó de existir?
R. Tal vez sea el momento de recuperar a toda aquella gente que quiso justamente recoger esa parte de la sociedad bilingüe, con una actitud hacia Euskadi y sus problemas muy determinada y en claves vascas; que no se enfrentaba a España pero que quería profundizar en la personalidad de la comunidad autónoma. Esto que con mucho interés han querido hacer Mario Onaindia o Jon Larrinaga, entre otros, gente que proceden de una cultura muy determinada. A este esfuerzo tenemos que darle un papel prioritario, e incluso protagonista, como ya ha dicho varias veces el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza. Además hay que hacerlo para que lo visualicen los ciudadanos, ahora que el socialismo va en la dirección correcta y después de muy buenos resultados electorales en las elecciones municipales.
P. Es decir, que están en un proceso de reflexión.
R. Efectivamente, de reflexión profunda que espero que se produzca en todos los aspectos del partido, desde el propio discurso hasta la composición de las listas electorales.
P. Sin embargo, el discurso político va muy ligado al del PP.
R. Nuestra diferencia con el PP es que vamos a defender de forma muy firme los principios, pero a la vez vamos a ser muy flexibles con los procedimientos a la hora de hablar, de negociar y de solucionar los problemas. Incluso con HB. La política vasca ha dejado de ser de brochazo y empieza a ser de pincel.
P. ¿Pintar fino es decir que el PSE cree que la Constitución y el Estatuto pueden modificarse?
R. No es el mejor momento para decirlo, ahora que desde el nacionalismo se cuestiona el Estatuto en su XX aniversario, pero pueden modificarse ambos, siempre que esas modificaciones garanticen la conviencia en paz de todos los vascos.
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