El culto al cuerpo se mantendrá

¿Está agotado el producto de sol y playa en los grandes movimientos turísticos mundiales? Para los expertos en la materia, afirmar tal cosa es tanto como incurrir en "estupidez científica", dado que el turismo de masa que busca el litoral para disfrutar de sus vacaciones mantendrá su indiscutible primera posición mientras el hábito de rendir culto al cuerpo perdure, y ese es un fenómeno de conducta social relativamente nuevo.La demanda, corroborada por la estadística, exige buen clima y playas limpias. Es verdad que se detectan ciertas variaciones en el comportamiento del viajero, que ya no pide unas largas y tediosas vacaciones de treinta días bajo el sol, pero la idea de acercarse al litroal, tumbarse sobre la arena y no hacer absolutamente nada al menos durante una semana acaba siempre por imponerse, aunque el resto de vacaciones se comparta con un viaje cultural y una visita a la sierra.

"Siempre estarán los jóvenes que disfruten del paso del ecuador en la playa, las parejas de novios que opten por una luna de miel bajo el sol, y últimamente los jubilados que vacaciones fuera de temporada", señaló Manuel Marchena. Es el producto más reclamado por la relación calidad-precio que ofrece, mucho mayor que cualquier otro destino, que además se adapta a los nuevos tiempos incorporando oferta lúdica complementaria, como el golf o la náutica.

"En el fondo", coinciden los expertos en turismo, "se valora el litoral porque es donde mejor se puede escenificar el culto al cuerpo".

La masificación de los destinos de sol y playa no supone un problema para los clientes, que aprecian las posibilidades de relacionarse que ello les ofrece, impensables en una casa de campo o recorriendo las paredes de una catedral.