Dividir entre dos
Villalba del Alcor (Huelva) estuvo ayer de elecciones. El intento del 13 de junio resultó fallido en este pueblo. El PSOE ganó por un solo voto su mayoría absoluta: seis concejales frente a los cinco que obtuvo el Grupo Independiente Villalbero (GIV). PP e IU se quedaron entonces sin representación. Pero el GIV impugnó dos de las cuatro mesas electorales que había y ayer se celebró una segunda vuelta a la americana: o socialistas o independientes. El resultado provisional, al cierre de esta edición, era de victoria socialistaDesde el pasado 13-J el censo ha cambiado porque ha habido varios muertos en el pueblo. Nada que ver con la batalla electoral, claro, porque desde aquel día ha habido peleas pero la sangre no ha llegado al río, por fortuna.
El voto de la discordia ha dividido al pueblo en dos. Dos candidatos, dos elecciones, dos bandos, dos argumentos y dos mesas electorales.
La plaza del Ayuntamiento estaba ayer llena de corrillos. En una esquina, el candidato del GIV, Javier Pérez, despachaba con la prensa, sospechaba junto a los suyos, esperaba resultados. Al otro lado, el último alcalde socialista, Felipe Pérez, -sí, también Pérez, aunque no les une parentesco alguno- recordaba la noche del 13-J, en la que se durmió con mayoría absoluta y se despertó en la oposición.
Y entre uno y otro candidato, un juez y un notario, que se desplazaron hasta el municipio como observadores del proceso.
Aquel día de junio, Felipe Pérez tuvo la oportunidad de volver a la alcaldía que los últimos cuatro años estuvo en manos de un equipo compuesto por dos siglas: El GIV y el PP. "Antes de que acabara el recuento de votos, los independientes ya lo estaban celebrando". Pero cuando se vaciaron las urnas, el resultado fue el siguiente: 1040 votos otorgaban seis concejales y mayoría absoluta al PSOE y 1039 dejaban al GIV con cinco ediles y en la oposición. Felipe Pérez dice que fue este voto el que provocó la discordia y lo explica así: "Ya estaban firmadas las actas del recuento, pero con una diferencia tan apretada los independientes dijeron que impugnaban porque una mujer había votado dos veces, una por correo y otra en la mesa electoral: lo que pasó es que esta señora comprobó que su voto por correo no había llegado y pidió al presidente de la mesa que le dejara votar en aquel momento". El presidente accedió. Pero no se sabe si aquella papeleta era la de la victoria socialista o no.
Javier Pérez cuenta la feria de otro modo. "Aquel día se cometieron gravísimas irregularidades: hubo papeletas por correo que desaparecieron, gente que votó por correspondencia y en las mesas, y una interventora socialista votó donde no le correspondía".
Las denuncias del GIV fueron atendidas por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y se ordenó que se repitieran los comicios. Ante las irregularidades, un voto podía decidir el color del municipio. Y los villalberos sacaron las urnas de nuevo y se repitieron los corrillos en la plaza. Hablar con los vecinos ayer no aportaba mucha luz al asunto. Los unos se mostraban asqueados porque los otros habían "sacado a rastras" a los ancianos de sus casas para votar. Y los otros se quejaban de los unos por la misma razón y con las mismas palabras.
Una socialista se quejaba en el bar de que el gobierno del GIV-PP había dejado la política cultural del municipio por los suelos y una chica, villalbera independiente, se alegraba de que en los últimos años, la patrona del pueblo, Santa Águeda, brillaba en su altar como nunca. No había mucho que comprender. Sólo dejar que hablaran las urnas. Ayer fue el día del voto útil y se decidió entre dos.
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