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FÚTBOL: Séptima jornada de Liga

Un policía y dos jóvenes resultan heridos

Las llamadas a la calma y a la deportividad realizadas por ambas instituciones, Sevilla y Betis, no surtieron el efecto deseado. Un policía secreta de paisano y dos jóvenes aficionados resultaron heridos leves a raíz de los golpes que recibieron en medio del tumulto que se organizó a la llegada del autobús del Betis al estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Luego, durante el partido, un cuchillo fue arrojado al terreno de juego cerca del banquillo de Griguol.Antes, el policía mencionado, que participaba en el dispositivo de seguridad desplegado, sufrió un fuerte impacto en la cabeza, posiblemente causado por una botella, y tuvo que ser atendido de urgencia en el propio estadio por miembros de los servicios médicos del club. Aunque la herida no revestía gravedad, el policía tuvo que ser trasladado en una ambulancia del 061 a un centro hospitalario de la capital andaluza. También se sucediron conatos de agresión entre aficionados de uno y otro equipo a las puertas del estadio.

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Además, algunos seguidores radicales del Betis arrojaron botellas a vehículos que portaban banderas y bufandas sevillistas, en los alrededores de la Torre del Oro, lugar donde habían sido concentrados por los efectivos policiales con anterioridad para conducirles hasta el estadio, informa Efe. El delegado del Sevilla, Ramón Rodríguez Verdejo, lamentó las consecuencias de estos altercados y explicó que "siempre hay unos cuantos descerebrados que dan la nota, por mucho efectivos de seguridad que se pongan".

Además de estos incidentes, el Ramón Sánchez Pizjuán amaneció ayer emborronado con despectivas pintadas contra el Sevilla que firmaban la peña ultra del Betis Supporters Sur. Esvásticas e insultos decoraban la fachada y puertas de Fondo y de la dos zonas de Gol del estadio. Pero lo que más repulsa causó fue la amenaza que estos incontrolados dejaron impresa en la pared : "Por un Zabaleta rojiblanco", en alusión a Aitor Zabaleta, aficionado de la Real que fue asesinado la pasada temporada en las inmediaciones del Vicente Calderón. Representantes de ambos clubes condenaron la agresión e indicaron que los responsables "son una minoría no representativa del sentir general que fomentan la violencia". El presidente del Sevilla, Rafael Carrión, calificó de "psicópatas" a los autores, a los que negó su condición de béticos: "La afición del Betis no se comporta así porque es una gran afición". Es incidentes, que empañaron un encuentro donde se rezó al inicio una oración en memoria del aficionado bético fallecido en accidente cuando se dirigía a Barcelona hace tres jornadas.

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