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SUCESOS NO HA SIDO HALLADO EL QUE SALTÓ AL AGUA

Zarpa de Valencia un barco con siete de los ocho polizones que traía a bordo

Entre la carga de maderas y contenedores del mercante Genova Bridge viajaban ocho polizones africanos, según el recuento final de la Policía. La aventura europea de siete de estos jóvenes inmigrantes acabó ayer a las 13.30 cuando el barco zarpó del puerto de Valencia con ellos a bordo para devolverlos a sus países de origen. Sin embargo, a pesar del amplio despliegue de policías, submarinistas y equipos de rescate, el octavo polizón que los agentes vieron saltar al agua aún no ha sido localizado.

Hasta la una y media de la mañana de ayer, los submarinistas del Grupo de Especialidades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil inspeccionaron el perímetro interior del puerto a bordo de sus lanchas semirígidas Duarry de 150 caballos. Durante tres horas rastrearon cualquier recoveco en el que pudiera haberse ocultado el joven polizón en una distancia de ocho o nueve kilómetros.Ni rastro. Las tareas de búsqueda se suspendieron y se le dio por desaparecido. Por la tarde, algunos trabajadores portuarios lo habían visto tirarse al agua, al tiempo que cuatro polizones saltaron al muelle y fueron capturados. Los testigos dicen que lo vieron aferrarse a un lateral del casco del buque (de 182 metros de eslora y 17.665 toneladas de carga máxima) hasta que se zambulló.

Los equipos de rescate sospechan que su organismo estaba debilitado por la travesía de unos 12 días desde Costa de Marfil en precarias condiciones y se ahogó. Pero no descartan que huyera durante la noche por alguna escalerilla.

La Capitanía Marítima de Valencia le ha abierto un expediente sancionador a la empresa naviera propietaria del barco, Grimaldi Lines (que pertenece a la familia real de Mónaco). Finalmente, autorizó la partida del barco, con unas horas de retraso, tras obligar a la consignataria a presentar un aval de 25 millones de pesetas para hacer frente a posibles sanciones.

Los representantes de la naviera negaron ante la Capitanía Marítima que se tratara de un tráfico organizado de inmigrantes y alegaron que el capitán avisó a la Policía el lunes por la tarde en cuanto descubrió a dos polizones en la cubierta. También se escudó en la dificultad de controlar a los polizones que suben a escondidas mientras cargan madera en un puerto africano.

Unos vigilantes jurados pagados por la naviera custodiaron el camarote en el que quedaron encerrados los siete inmigrantes hasta que el barco zarpó. Fuentes portuarias comentaron que uno mostró documentación de Sierra Leona, pero la mayoría se negó a hablar.

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La semana pasada llegaron otros dos polizones africanos al Puerto de Sagunto.

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