La lluvia provoca cortes de carretera y ferrocarril y el desalojo de una decena de viviendas en Sevilla
Octubre ha vuelto a traer las precipitaciones a Andalucía, que el pasado año hidrológico (de septiembre a septiembre) sufrió los doce meses más secos en las últimas cinco décadas. Sevilla registró en la madrugada de ayer abundantes lluvias (69 litros por metro cuadrado) que provocaron cortes en la N-630 (antigua carretera de Extremadura) y en dos vías provinciales. El agua y el barro inundaron, en tres puntos distintos, la línea férrea Sevilla-Huelva, cuyo servicio se restableció a primera hora de la tarde. Una decena de familias tuvo que ser realojada ante el peligro de derrumbe de sus viviendas.
Las precipitaciones alcanzaron a todas las provincias andaluzas en las primeras horas de ayer, si bien las lluvias más abundantes cayeron en Cádiz (18 litros por metro cuadrado), Granada (23 litros por metro cuadrado) y, sobre todo, en Sevilla: en la capital hispalense se han registrado, en los primeros días de octubre, 90 litros por metro cuadrado. Según datos del Instituto Nacional de Meteorología, las precipitaciones de este mes suponen más de un tercio de todo el agua que cayó en la ciudad el pasado año hidrológico (220 litros por metro cuadrado), el más seco del siglo.El nivel de agua acumulada en los pantanos andaluces ha frenado, tras las lluvias de este mes, su vertiginoso descenso. Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, sus embalses mantienen las reservas que tenían la semana pasada (un 34,8% de su capacidad total), aún sin contabilizar el impacto de las precipitaciones de ayer. El resto de las cuencas andaluzas (Sur, Barbate, Guadalete, y Guadiana) registran descensos muy leves. El aporte hídrico a las presas será mayor en los próximos días cuando recojan las aguas de escorrentías y filtraciones.
Las lluvias que cayeron en la madrugada de ayer en Sevilla tuvieron en jaque a los servicios técnicos de Renfe que consiguieron reparar una avería en la línea férrea Sevilla-Huelva a última hora de la tarde. Los pasajeros del regional que une estas dos provincias y los viajeros del Talgo Madrid-Sevilla tuvieron que ser trasladados en autobús a la capital onubense.
Sevilla fue la única provincia española en la que se registraron cortes de carreteras por el agua y el barro y, según la Dirección General de Tráfico, la que, junto a Madrid, presentó más problemas en la operación retorno tra el día festivo de la Virgen del Pilar. La N-630 (conocida como Ruta de la Plata), estuvo bloqueada en su kilómetro 811 a la altura de la localidad sevillana de Camas, si bien puso ser abierta al tráfico por la tarde. Las vías provinciales SE-610 (entre San Juan de Aznalfarache y Pañoleta) y SE-647 (en Coria del Río) seguían cerradas a última hora de ayer.
Las localidades de El Aljarafe (en el área metropolitana de Sevilla), fueron las que más acusaron las fuertes precipitaciones de la madrugada. La lluvia provocó el derrumbe parcial de un bloque de viviendas en San Juan de Aznalfarache, por lo que fueron desalojadas de sus casas seis familias. El arquitecto municipal realizará hoy una inspección al edificio para comprobar si es necesario su derribo.
Los bomberos de la capital andaluza tuvieron que realizar más de medio centenar de salidas para achicar agua de edificios, revisar fachadas y rescatar coches atascados. El agua también inundó el asentamiento chabolista de El Vacie, en la capital hispalense: varias personas fueron realojadas por los servicios municipales en el antiguo hospital psiquiátrico de Miraflores, si bien otras se negaron a dejar el asentamiento. Técnicos de la Empresa de Gestión Medio Ambiental y un equipo de bomberos realizaron una serie de canalizaciones eventuales para poder iniciar el bombeo de agua de la zona inundada.
Las lluvias también impidieron que una misión de científicos de la UE completara su visita al valle del Guadiamar, en el entorno de Doñana, para comprobar los trabajos de limpieza tras el vertido las minas de Aznalcóllar. Los expertos, acompañados de personal del Parque Nacional, no pudieron remontar el río para inspeccionar las zonas que fueron más afectadas por la riada tóxica del año pasado.
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