El Ejército ruso asegura tener cercado en el oeste de Chechenia al "señor de la guerra" Shamil Basáyev
El jefe guerrillero checheno Shamil Basáyev, considerado por el Kremlin como el autor intelectual de la ofensiva terrorista sobre Moscú, está cercado por las tropas rusas en una localidad al oeste de Chechenia, aseguró ayer un alto jefe militar ruso. "Basáyev y sus cómplices" se encuentran en Goragorski, que fue "bloqueada" por las tropas federales, dijo el teniente general Vladímir Shamánov, comandante del 58 Ejercito ruso. La "eliminación" de este "terrorista internacional" es un "asunto de honor" para los militares rusos, aseguró Shamánov a la agencia Itar-Tass.Esta noticia, no confirmada por los chechenos, se produjo en el mismo día en el que Vladímir Putin mostraba una salida del conflicto a Aslán Masjádov. El primer ministro ruso ofreció por la mañana negociaciones al presidente checheno para poner fin a la guerra, pero sólo después de que le sean entregados los "terroristas" responsables de los "ataques a pueblos pacíficos" (en Daguestán) y de los salvajes atentados que en septiembre se cobraron cerca de 300 vidas en Moscú y otras ciudades rusas. "Que se extradite a quienes tienen manchadas las manos de sangre", pidió el jefe del Gobierno ruso, "y estaremos dispuestos a un diálogo".
El día anterior, Masjádov había presentado un plan que pasaba por el cese inmediato de los combates, la retirada rusa al otro lado de las fronteras chechenas y la creación de una fuerza de interposición para evitar incursiones en otras regiones del Cáucaso. Con la respuesta de ayer de Putin, se completa un diálogo de sordos, que sigue dejando la iniciativa en manos de los militares.
Aunque quisiera, Masjádov no podría cumplir la exigencia de Putin. Los llamados terroristas son, en realidad, jefes de unas milicias islámicas, milicias vitales para poder hacer frente a la ofensiva rusa. El más significado de todos ellos, el señor de la guerra Shamil Basáyev, tiene quizás más poder real que su presidente, e incluso ha sido nombrado por éste jefe del frente Este, fronterizo con Daguestán. El siguiente en la lista de Putin es el saudí comandante Jatab, lugarteniente de Basáyev.
Por otra parte, Borís Yeltsin salió ayer del hospital y Moscú ha vuelto a ser un nido de rumores. Saber qué se cuece en las neuronas de Yeltsin es del máximo interés en Rusia, cuyo sistema político hace que todo dependa de su voluntad.
El diario Segodnia llegaba a aventurar que podría anunciar su dimisión. Por lo pronto, el vicejefe de su Administración, Ígor Shabdurasúlov, anunció que hoy se presentará en la Duma (Cámara baja del Parlamento) un proyecto de reforma de la ley que debe regular la elección de su sucesor al frente del país.
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