Ignacio Herrero Garralda, banquero

Ignacio Herrero Garralda, tercer marqués de Aledo y presidente de honor del Banco Herrero (propiedad de La Caixa desde junio de 1995 y con sede en Oviedo), falleció el domingo en Madrid a los 86 años. Con su muerte desaparece una de las figuras que protagonizaron la banca española en el último medio siglo y uno de los representantes de un modelo fundamentado en el binomio banca-industria.Aunque Herrero Garralda tuvo participación en numerosos consejos de administración de entidades bancarias y empresas relevantes, fue bajo su gestión cuando el Banco Herrero adoptó el modelo británico de banca, con un gradual proceso de abandono de sus participaciones industriales. Esta estrategia la fortaleció y culminó su hijo Ignacio Herrero Álvarez, actual presidente del Banco Herrero.

Nacido en Madrid el 22 de abril de 1913, Herrero Garralda combinó su temprana dedicación a la banca -a los 18 años se incorporó al consejo de administración del banco, fundado en 1912 por su abuelo Policarpo Herrero Vázquez- con una marcada vocación universitaria. Se licenció en Derecho en Madrid y estudió Política y Economía en Oxford entre 1932 y 1934.

Garralda fue consejero del Banco Herrero desde 1931. Asumió la vicepresidencia del banco asturiano en 1959 y sucedió a su padre en la presidencia a la muerte de éste, en 1961. En 1995, tras la venta de la entidad bancaria a La Caixa, pasó a desempeñar la presidencia de honor. Hasta 1969 fue consejero del Banco Urquijo, del Banco de Gijón y del Banco Hispano Americano.

En el ámbito empresarial, fue consejero de empresas participadas históricamente por el Banco Herrero y por la familia como Duro Felguera, SIA Santa Bárbara y Ferrocarril de Langreo. Participó activamente en la fundación de Hidroeléctrica del Cantábrico. Herrero Garralda estuvo también vinculado al Consejo de Administración de Unión Española de Explosivos (UEE) y de Explosivos Río Tinto.

Nacido en el seno de una dinastía de marcadas convicciones monárquicas, Herrero Garralda fue quien restableció la relación cordial de la familia con Francisco Franco, de quien su progenitor, Ignacio Herrero de Collantes, miembro del consejo privado de don Juan de Borbón, se había distanciado tras la guerra civil.

Su estado de salud empezó a debilitarse en 1995. En junio de ese año, una afección gripal le impidió, por vez primera en 30 años, acudir a la junta general de accionistas del banco en la que se iba a aprobar la oferta pública de adquisición (OPA) pactada amistosamente con La Caixa. Desde entonces no se le volvió a ver en público. El tercer marqués de Aledo será enterrado hoy en Oviedo en un acto íntimo y familiar. El jueves se celebrará un funeral en la catedral de la capital asturiana.-