Las mayorías aplastantes y el compromisario hiperactivo
El XI Congreso Regional del PP estuvo marcado ayer por pequeños detalles y anécdotas que llamaron, en algunos casos, la atención de los asistentes. Éstas son las más llamativas. - Asistir y no votar. Pío García-Escudero no recibió ayer ni un voto en contra de las bases del Partido Popular madrileño. De los 1.582 compromisarios que ejercieron su derecho a voto en el congreso regional, ni uno introdujo en la urna la papeleta del no. Sólo 85 eligieron la opción del voto en blanco y otros 29 se inclinaron hacia el nulo. Otros 285, a pesar de estar presentes en el acto, prefirieron marcharse a sus casas antes que dejar claras sus preferencias.
- "Estábamos diciendo". Poco antes de las once de la mañana, el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, se esforzaba en explicarles a los asistentes al Congreso Regional la "importancia de Madrid como piedra angular del partido". Y en mitad de su discurso le cerraron el micrófono sin previo aviso. La megafonía atronó entonces y la música electoral del PP sonó a su máxima potencia. Las cámaras enfocaron al presidente del Gobierno, José María Aznar, que acababa de entrar en el salón de plenos del Palacio de Exposiciones y Congresos de la Castellana. Tras los aplausos de los asistentes, Aznar subió a la tarima de oradores y le dio una palmadita en el cuello al regidor. El alcalde recobró entonces la palabra. "José María, José María, estábamos diciendo que...".
- El compromisario más comprometido. No llegaron a 600 las enmiendas que los casi 2.000 compromisarios que asistieron al congreso regional presentaron a las tres ponencias presentadas. Y habrían sido muchas menos si Santiago de Munck, portavoz del PP en Rivas, no hubiera asistido. Él sólo presentó 45 a título personal. "Me han rechazado más de veinte, pero otras tantas las he conseguido aprobar", se ufanó, aunque reconoció que algunas eran de forma.