España cae ante Suráfrica

España salió a jugar con el propósito de retardar en todo lo posible la inexorable lluvia de ensayos que se esperaba de Sudáfrica, actual campeona del mundo. Suráfrica se tomó el partido como un calentamiento y sacó a una alineación de suplentes. Tres jugadores negros -entre ellos, el ala titular Breyton Paulse- pusieron el dato histórico: nunca antes tres hombres de color habían formado entre los titulares de los Springboks, un seleccionado exclusivamente blanco durante el Apartheid. Ayer jugaron ante España un partido que los surafricanos debieron pelear más de lo esperado. España fue sólida en los placajes y bien formada en defensa. Al final, la selección que se ufana de tener la delantera más pesada del campeonato se mostró escasa de imaginación ofensiva. Suráfrica logró siete ensayos y se impuso por 47-3, pero su torpeza despertó dudas sobre sus posibilidades en esta Copa del Mundo.Los españoles se apoyaron en la agilidad de su segunda línea para jugar a la mano. Intentaron conservar el balón y hasta se le metieron hasta el fondo del campo rival. España aguantó 31 minutos sin encajar un solo punto. Ese fue su motivo de orgullo. Hasta que Paulse rompió la defensa y el capitán Andre Vos convirtió el primer ensayo.

Entonces España acusó el golpe psicológico. Comenzó a sufrir el desgaste físico que implica el choque contra los poderosos jugadores africanos. Otto frenó a Fran Puertas y le dejó conmocionado en la hierba. El capitán Alberto Malo se tuvo que retirar lesionado. Suráfrica barrió a los delanteros españoles en las melées y por ese flanco España recibió cinco ensayos.

Los Springboks empujaron mejor pero ofrecieron poco más. En el segundo tiempo, comenzaron a incorporar a los titulares y entraron hombres que se consideran verdaderas estrellas del rugby mundial, como Bobby Skinstad o Joost Van Der Westhuizen. Pero ni así. España empujó también, defendiéndose a la desesperada. Ferrán Velasco anotó una falta, y el temido aplastamiento se quedó en mera derrota.