El Liceo se abre a todos

Si es usted uno de los centenares de curiosos que se agolparon a las puertas del nuevo Liceo el día de la inauguración sin ninguna posibilidad de codearse con los invitados al acontecimiento, ésta es su oportunidad. Hoy, de 16.00 a 20.00, y mañana, de 10.00 a 20.00, el teatro reconstruido permanecerá abierto para recibir la visita de todos los ciudadanos. No se exige etiqueta. No será lo mismo, claro, porque las representaciones son por la noche y hace tiempo que están todas las entradas vendidas. Pero por lo menos podrá echar un vistazo al vestíbulo y el flamante foyer, subir por las escaleras principales, deambular por los pasillos de los palcos, descansar en el salón de los espejos, observar el escenario desde la platea, decidir si le gustan o no los rosetones de Perejaume y el telón de Antonio Miró... En suma, comprobar in situ la veracidad de las fotografías que han aparecido en los medios de comunicación durante los últimos días.

Si fue usted uno de los que decidieron rascarse el bolsillo para contribuir a la reconstrucción después del fatídico incendio del 31 de enero de 1994, que convirtió el Liceo en un montón de ceniza y escombros, ésta es también su ocasión, para constatar, sobre todo, si su generosidad se ha visto correspondida con la inclusión de su nombre en una de las placas colocadas en el vestíbulo del coliseo.

Por alguna razón dicen que este nuevo Gran Teatro del Liceo, más grande y con más avances tecnológicos que el anterior, es El Liceu de tots. Así que si decide, después de leer esta recomendación, acudir este fin de semana al recinto lírico de La Rambla de Barcelona, hágalo con tiempo y paciencia. Se prevén aglomeraciones.