La Sinfónica vende 3.000 abonos en San Sebastián y abre su lista de espera

La Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) ha superado con creces las expectativas generadas con el traslado de su sede de conciertos al Kursaal. El conjunto sinfónico ha vendido un total de 3.000 abonos en San Sebastián -5.800 en las tres capitales y Pamplona- y se ha visto en la necesidad de abrir una lista de espera ante la avalancha de demandas. La respuesta del público ha propiciado que la OSE mantenga dos actuaciones por programa en la temporada que comienza hoy en la capital guipuzcoana con un concierto que incluye obras de Rossini, Mozart y Tchaikowsky y que dirige Gilbert Varga. La actuación contará con la presencia al piano del solista Christian Zacharias. La venta de abonos supone un impulso para la orquesta que este año se enfrenta al reto de desarrollar los 22 conciertos de abono en un auditorio que por el momento les es prácticamente ajeno. De hecho, Gilbert Varga, quien renunció ayer a entrar en la polémica sobre la calidad acústica del recinto, reivindicó la necesidad de que los ensayos de la agrupación puedan desarrollarse en este nuevo centro para que "la orquesta se habitúe a tocar en el nuevo auditorio". "De esta forma", dijo se podrían realizar los ajustes precisos". La orquesta ofrecerá a lo largo de la presente temporada 11 programas diferentes que se repetirán en las tres capitales vascas y en Pamplona. Habrá pequeñas variaciones. El 4 de noviembre en San Sebastián y el 5 de noviembre en Bilbao, la OSE abordará un programa sobre bandas sonoras de películas que dirigirá el compositor Lalo Schifrin. La agrupación, que ya abordó un concierto parecido durante el Festival de Cine de 1998, repite así experiencia.