Álava inicia los trámites para construir la autopista Éibar-Vitoria y vuelve a reclamar financiación al Estado

La Diputación de Álava decidió el pasado martes iniciar los trámites para construir la autopista Éibar-Vitoria (A-1) en el tramo alavés, según confirmó ayer el director del departamento de Obras Públicas, Rodolfo Sarriugarte. Esta decisión representa un giro total y el primer empujón a una infraestructura que la Diputación alavesa tenía aparcada por falta de recursos económicos. Precisamente, el diputado general de esta provincia, Ramón Rabanera, viajó ayer a Madrid para solicitar la colaboración del MInisterio de Fomento en la financiación de esta obra, que exige una inversión de 19.000 millones de pesetas (114,1 millones de euros) para construir los 14 kilómetros del trazado alavés. El departamento que dirige el diputado popular Antonio Aguilar, que sólo puede gastar 16.000 millones de pesetas (96,1 millones de euros) durante este cuatrienio, ha dado ya el primer paso para poner en marcha la construcción de la A-1. Con la decisión de contratar asistencias técnicas (consultorías) y encargar los primeros esbozos del proyecto final, trámites preliminares en toda obra pública, la Diputación de Álava despejas las dudas que se cernían sobre esta infraestructura, sobre todo desde que el pasado 7 de septiembre el ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, afirmase que su departamento no tenía prevista ninguna partida presupuestaria para ella. La institución foral, no obstante, continúa manejando la posibilidad de recurrir a la iniciativa privada y de implantar un peaje para obtener fondos económicos que le permitan hacer frente a su construcción y seguir los pasos de la Diputación de Guipúzcoa, que ya está construyendo el tramo Bergara-Soraluze y en breve adjudicará el comprendido entre Málzaga (Éibar) y Soraluze.