El Gobierno italiano aprueba reducir los impuestos en 900.000 millones

El Gobierno italiano aprobó ayer los Presupuestos del año 2000, la denominada Ley Finanziaria, que prevén recortar el gasto en 1,1 billones de pesetas y reducir el déficit al 1,5% del PIB. No hay medidas para el recorte de las pensiones, aunque sí se establece un nuevo impuesto "de solidaridad", del 2%, para quienes perciben más de 12 millones de pesetas al año. Para el año próximo se contempla una rebaja del impuesto sobre la renta, cifrada en unos 900.000 millones de pesetas. El crecimiento previsto asciende al 2,2%, y la inflación, al 1,3%.

En esta ocasión, la Ley Finanziaria, ha sido bautizada como la más "ligera de los noventa", porque prevé detraer únicamente 1,1 billones de pesetas del gasto público, la mayoría recortando pagos corrientes, y el resto, por la vía de nuevos ingresos derivados sobre todo de la venta de inmuebles públicos.El Ejecutivo de centro-izquierda, acosado por las divergencias internas y el temor a provocar una dura respuesta de los sindicatos, ha preferido dejar para otra ocasión el delicado tema de la reducción de las pensiones. Es más, la Ley Finanziaria del 2000 tendrá lo que les ha faltado a sus inmediatas antecesoras: una reducción de impuestos que alcanzará los 900.000 millones de pesetas y que será incluida en un decreto adjunto. Con la agudeza de un ama de casa que intenta llegar a final de mes sin pedir ningún préstamo, el Ejecutivo italiano, sobre el que pesa una monstruosa deuda que asciende al 60% del PIB, ha decidido destinar la recaudación extra obtenida gracias a la lucha contra la evasión fiscal a suavizar la carga fiscal de los contribuyentes.

Rentas bajas

Aquellos italianos con nóminas que no superen los 2,5 millones de pesetas al año, verán reducido un punto el impuesto sobre la renta de las personas físicas (del 27% al 26%), mientras las familias con las rentas más bajas verán aumentar las ayudas por cada hijo y por los ancianos que convivan. Al capítulo de inversiones destinadas a estimular la creación de puestos de trabajo y a impulsar la economía, pero también a reforzar la seguridad, mejorar las infraestructuras, transporte marítimo, ayuda a la construcción y recuperación de zonas de periferia se dedicarán cuatro billones de pesetas.

Dentro del capítulo de estímulos al consumo y a la recuperación económica, se aumentan las deducciones fiscales a la compra de la primera casa (unas 120.000 pesetas), y se reduce del 20% al 10% el IVA de la construcción.

Después de un largo tira y afloja los funcionarios han conseguido que sus retribuciones sean aumentadas hasta cerca del 2%, mientras los jubilados han visto alejarse de momento el fantasma del reajuste de pensiones. Pese a ello, quienes perciben una jubilación por encima de los 12 millones de pesetas al año verán gravada esta suma con un nuevo impuesto " de solidaridad" que ascenderá al 2%, probablemente a partir del 2001.

Para comprender la modestia de estos Presupuestos hay que echar un vistazo a los datos macroeconómicos que maneja el Ejecutivo y que apuntan a un crecimiento económico del 2,2% para el año 2000, pese a lo cual la inflación subirá al 1,3% como consecuencia sobre todo del encarecimiento del petróleo. Con una tasa de desempleo calculada a la baja, del 11,3% al 10%, Italia prevé reducir el déficit público (en 1999 se mantuvo en torno al 2,4% del PIB) y colocarlo en el 1,5%.