El Valencia encoge al Bayern Múnich

Piojo, Ilie y Gerard. Por fin juntó Cúper unas dosis de talento en su delantera. Y por ahí el Valencia empequeñeció al Bayern, que vive momentos realmente bajos. El árbitro, además, pitó el final del partido de manera escandalosa: cuando el Piojo encaraba solo a Kahn en un contragolpe, lo driblaba y marcaba en lo que habría sido el merecido triunfo del Valencia. Como ya sucedió en Eindhoven, el árbitro se puso de parte del club más poderoso de Europa, en este caso el Bayern. Pero da igual: el respeto se gana jugando. Y ayer el equipo valenciano dio un paso muy largo, sobre todo cuando Cúper se acordó de Ilie, le dio 30 minutos y el Valencia fue otro. Mucho más profundo y claro. Cúper habrá visto que la sociedad que forman Ilie y Claudio López es una de las mejores del continente. Y lleva varios meses desaprovechándola.Pese a que el Bayern salió con una alineación intimidatoria, llena de hombres de ataque, el Valencia inició el partido de manera inopinada: era un equipo tan atrevido en ataque como endeble en defensa. Para sorpresa de todos. Y así el Bayern, que había empezado muy encogido, se vio de repente por delante en el marcador: Salihamidzic envió un disparo lejano y raso al que Palop respondió con la decisión equivocada: en vez de despejarlo a córner, quiso atajarlo, y Elber, habilísimo, marcó cruzado con su pierna izquierda.

El gol sirvió para engrasar la potentísima maquinaria alemana, un tanto oxidada en los últimos meses. Y llegaron por avalanchas. Siempre con mensajes de gol. Lo que acabó por meterle el miedo en el cuerpo al Valencia, que abandonó su frescura inicial.

En realidad, el equipo de Cúper lo que hizo a partir de entonces fue encomendarse a la velocidad de Die Laus, o sea el Piojo en alemán, que se las vio un par de veces con el meta Kahn y observó de cerca la sobriedad del excelente y rubicundo portero. Le paró tres disparos envenenados. El Valencia, de hecho, no tenía ya otro plan que recurrir al Piojo, que volvía a alimentar en Europa las esperanzas valencianistas.

El Valencia fue apuntalándose en defensa y desde ella volvió a visitar con más frecuencia a Kahn, que siguió parándolo todo: esta vez un disparo cruzado de Albelda. Llegados el descanso, el equipo valenciano reclamaba a gritos más talento en ataque para que la proliferación de sus llegadas se conviertiera en algo fructífero.

Por fin apareció Ilie (minuto 61) y se notó, lógicamente. A partir de ese momento, el grupo de Cúper encajonó al Bayern. Y así se encontró el conjunto alemán con lo que se merecía: el empate del Valencia, en una preciosa jugada que culminó Gerard llegando desde atrás. El Valencia a punto estuvo de ganar, pero el árbitro señaló el final justo para abortar el gol que se disponía a marcar el Piojo.