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Instituciones y obispado aportarán 400 millones para reformas en la seo de Girona

Las instituciones y el obispado invertirán en la catedral de Girona 400 millones de pesetas para acometer durante los próximos cuatro años las reformas urgentes consignadas en el plan director del templo. Entre las obras previstas se encuentran, por orden de prioridad, la restauración de la fachada barroca y del claustro románico, la reforma del presbiterio y el traslado del órgano. El convenio, firmado ayer en la sede de la diócesis de Girona por el obispo, Jaume Camprodon; Joan Maria Pujals, consejero de Cultura; Joaquim Nadal, alcalde de la ciudad, y Carles Pàramo, presidente de la Diputación, prevé que la Generalitat aporte 140 millones de pesetas; la Diputación, 110; el Ayuntamiento, otros 110, y el Obispado, 40 millones. Estas aportaciones, que se materializarán en el periodo 1999-2003, serán suficientes para cubrir los gastos de las obras urgentes, que el plan director cifra en 331 millones. La fachada, con un alarmante desgaste en las zonas escultóricas y de desguace, y con desprendimientos en cornisas, molduras, gárgolas y estatuas, constituirá el objetivo de los primeros trabajos. Le seguirán la torre románica de Carlemany, con aluminosis en las vigas instaladas durante una reforma efectuada en los años sesenta, y las cubiertas de la girola, con filtraciones. Se incluye también entre las obras urgentes una primera fase de restauración de los vitrales góticos, uno de los conjuntos más importantes de Cataluña, que sufren de oxidación ambiental y abundantes roturas a causa de piedras lanzadas desde el exterior por desaprensivos. El convenio prevé que pueda restaurarse el claustro románico y realizarse un análisis estructural del mismo. En último lugar del orden de prioridades de los trabajos urgentes de la catedral quedan una actuación de orden litúrgico y otra de orden estético. La primera, la reforma del presbiterio, obedece a la voluntad de los clérigos de adecuar el templo a la normativa del Concilio Vaticano II; la segunda, el traslado del órgano, tiene el objetivo de apartar del centro del templo el armatoste de madera que entorpece la visión y resta magnificencia a la nave. El obispo Camprodon se mostró cauteloso con esta última obra y dijo que no se realizaría antes de un concienzudo estudio de acústica. "En el asunto del órgano tenemos dos artes en conflicto, la arquitectura y la música", precisó. El Plan Director global del templo tiene un coste total estimado en unos 1.800 millones de pesetas. No tiene plazo previsto de ejecución, aunque se especula que no podrá concluirse en su totalidad antes de 10 o 15 años. En él se prevé una ambiciosa recuperación de espacios, entre ellos los sótanos y las buhardillas del edificio.

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