La galería navarra Pintzel celebra su vigésimo aniversario con nueve muestras
El sueño se hizo realidad y ahora celebra su vigésimo aniversario. José Luis Mayor, nacido en San Sebastián, pintor y licenciado en Bellas Artes, creó en 1979 la galería Pintzel (Abejeras, 6) y con el paso del tiempo la ha convertido en un imprescindible punto de referencia especializado para el dibujo y la obra gráfica. A lo largo de estas dos décadas, más de 180 artistas han exhibido sus obras en Pintzel, y muchos de ellos encontraron en la confianza de su promotor el instrumento para su ansiada primera exposición.
Buenas parte de los debutantes en Pintzel han conseguido continuar una carrera artística. Esta es, quizá, una de las mayores satisfacciones que brinda la andadura de un galerista modesto en el peculiar mundo del comercio del arte. Para celebrar sus 20 años de existencia, Pintzel ha organizado un nueve exposiciones colectivas de 27 artistas en total, que comenzará en octubre con José Ibarrola, Jesús Velasco y José María Corral. Artistas como José Luis Zumeta, Luis Feito, Asun Goikoetxea, Javier Villarreal, Luis Garrido, José Miguel Corral, Pedro Oses, Joaquín Resano, Jesús Poyo, Pedro Salaberri, José Miguel Corral, Manuel Agullo o Xabier Morrás forman ya parte de la historia de una galería que ha constatado el envejecimiento paulatino de su público. "De 35 años para abajo se ven cada día menos visitantes. Por debajo de esa edad sólo acuden quienes tienen alguna relación directa con el mundillo y hace dos décadas no era así", se lamenta Mayor. "La realidad es que hace diez años una exposición media conseguía mil visitantes y ahora la que llega a cuatrocientas personas se lleva una medalla". Pintzel no ha notado ahora los cacareados efectos de blanqueo de dinero ante la llegada del euro. "El comienzo de los noventa fue una locura, una época de grandes ventas. Ahora la cosa va tirando sin altibajos", indica el responsable de la galería. De las 180 muestras que Pintzel ha organizado, en 60 no se vendió nada y la media de negocio está sobre el 30% del total de obras expuestas. Artistas de la talla de Feito pasaron sin pena ni gloria y sin embargo otros de menos fama han conseguido gratificantes ventas. "Sobrevivir del arte es un milagro. Una galería como Pintzel se queda un porcentaje del 30% del precio de cada obra, aunque las de altos vuelos llegan a aplicar porcentajes del 55% y hasta del 80% a los creadores", explica Mayor. Para facilitar la venta, no tiene ningún problema en vender a plazos. "En general, los artistas fijan los precios con justicia", señala el responsable de Pintzel. Mayor asegura que el comprador responde a una tipología: más años de 40 años, con cierta disponibilidad económica y que muchas veces no quieren desvelar su identidad. La anécdota más enigmática vivida en la galería la protagonizó hace más de diez años el comprador de un cuadro de Manuel Agullo. La obra estaba en el escaparate. Un cliente entró y dijo que era el cuadro de su vida. Pagó por él 100.000 pesetas y dijo que volvería a recogerlo. Pero nunca volvió. El cuadro sigue esperando en Pintzel.
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