El obispo de Cádiz denuncia a las "mafias inhumanas" de la inmigración

El obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos, ha publicado una carta pastoral con motivo del Día de las Migraciones, en la que denuncia con dureza el problema de la inmigración en el Estrecho y demanda soluciones y respuestas a las administraciones. Ceballos, que sostiene que esta diócesis es "el paso forzoso, doloroso y traumático" para los inmigrantes, recuerda que muchos de los ciudadanos norteafricanos que se arriesgan a cruzar el Estrecho de Gibraltar en frágiles pateras no ignoran "que pueden ser presa del engaño de desalmados, intermediarios o agoreros" y se convierten en "víctimas del engaño de mafias inhumanas". El prelado añade: "Incluso cuando comienzan a malvivir entre nosotros, la inestabilidad, las presiones o reservas sociales, la clandestinidad, las condiciones infrahumanas de indocumentación, de vivienda, de instrucción, de asistencia sanitaria les aherroja por doquier". La Iglesia católica en Cádiz, a través de la Delegación Episcopal de Migraciones, ha denunciado repetidamente la situación que padecen los inmigrantes que se hacinan en Ceuta y Melilla, la existencia de las mafias y la inflexibilidad de la Administración. En esa dirección, el obispo insta a una "urgente respuesta de la sociedad y de las administraciones públicas competentes" al incremento de la llegada masiva de menores de edad indocumentados que, en muchos casos, al no encontrar un trabajo en España, "terminan por integrarse en situaciones de marginación". Es lo que Ceballos considera "una gravísima y alarmante situación". En su carta pastoral, incorpora los postulados que defienden la Iglesia católica y una decena de organizaciones humanitarias para su inclusión en la Ley de Extranjería, cuyo borrador está elaborándose sin que satisfaga las peticiones de estos colectivos. En opinión de Antonio Ceballos, las soluciones sólo llegarán mediante las actuaciones coordinadas en todos los frentes, entre ellas las inversiones económicas que garanticen el desarrollo del norte de Marruecos, y la aplicación de una política de convenios y acuerdos "que favorezca el tránsito legal".