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La justicia reabre casos que sentenció la juez Ramírez hace más de 10 años

Los presuntos perjudicados son interrogados en varios países

José María Irujo

Los 16 casos instruidos en la última década por la juez Pilar Ramírez que afectaban a Felice Cultrera y Gianni Mennino, los presuntos mafiosos italianos asociados a su familia, han sido rescatados de los archivos y están siendo investigados de nuevo por la Justicia. Se intenta determinar si la ex decana de Marbella, suspendida cautelarmente en sus funciones, favoreció a los socios de su familia. Los afectados plantearán recursos de revisión contra sus resoluciones. La policía les interroga en varios países.

Los inspectores de la sección de Delincuencia Financiera de la comisaría provincial de Málaga están revisando con lupa los casos tramitados en los juzgados de Marbella que afectaban a presuntos miembros de la mafia siciliana, clientes de la familia Ramírez y vinculados al alcalde Jesús Gil. La investigación ha sido ordenada por Antonio Navas, titular del juzgado de instrucción número cuatro de Marbella, que ha abierto diligencias previas en las que se rastrea el entramado de intereses económicos de los Ramírez en Marbella. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tramita por otras vías diferentes el expediente disciplinario que abrió a la juez el pasado mes de julio.El trabajo policial no se limita a fiscalizar en los legajos la labor de la juez suspendida por el CGPJ. Los agentes han contactado con varias personas afectadas por las resoluciones de la decana y les piden que relaten su "calvario" particular en los procedimientos civiles que tramitó Ramírez y que perdieron contra los influyentes Cultrera y Mennino, a los que relacionan con el clan de Santapaola, familia dominante en Catania (Italia) de la Mafia. En varios casos, el rastreo policial ha sido inútil: el demandante o demando presuntamente perjudicado había muerto.

Pese a que algunas de las resoluciones de Ramírez se dictaron hace más de 10 años, la iniciativa judicial ha despertado esperanzas en las "víctimas" de los italianos a los que presuntamente pudo favorecer la ex decana de Marbella. Están en juego mansiones de lujo, terrenos, urbanizaciones, hoteles y otros bienes valorados en miles de millones de pesetas, de los que, según las demandas archivadas o perdidas por los afectados, se apropiaron Cultrera y Mennino mediante presuntos engaños.

Nouri Kahsmeeri, el primer empresario árabe que recaló en Marbella hace 25 años, se muestra ilusionado por la iniciativa de la Justicia española. Desde hace una década pleitea con los presuntos mafiosos italianos a los que acusa de haber ocupado por la fuerza su espléndida mansión de 8.000 metros cuadrados, en la urbanización Casablanca de Marbella. Una casa, valorada en centenares de millones de pesetas, que desde entonces se ha convertido en el hogar de Mennino, el lugarteniente de Cultrera.

Ésta es su reflexión: "Por primera vez, la policía española se interesa por mi caso. Voy a colaborar con la justicia para que se revise y pueda recuperar mi casa. Tenemos que frenar a la Mafia. ¿No le parece que 11 años de espera han sido demasiados?", pregunta el empresario afincado en Nueva York. Kahsmeeri, de 60 años, exportador de carne en Arabia Saudí, fue "traicionado" por su administrador español que a sus espaldas alquiló su villa a los italianos. Además, Mennino presentó un falso contrato de opción de compra en el que la firma del empresario había sido falsificada. El asunto cayó en manos de la juez Ramírez, a la que Kahsmeeri recusó y apartó del caso.

En Miami (Florida), Patrice Scemama, un empresario de hostelería francés, acaba de recibir también la llamada de los agentes de la sección de Delincuencia Financiera de la comisaría provincial de Málaga. La sorpresa ha sido mayúscula. "Por fin hay alguien de la Administración española que pregunta por mí. Hasta hoy, ni el juzgado ni la policía me habían comunicado nada. Ahora dicen que mi caso podría volver a ser juzgado. Un abogado prepara ya un recurso contra la sentencia".

Arruinado y amenazado

En 1987, Scemama, de 43 años, perdió el patrimonio de su familia en una operación inmobiliaria en Marbella con Cultrera y Mennino, quienes le compraron 25.000 metros cuadrados en primera línea de playa. Pero el dinero nunca llegó. Su reclamación de 540 millones de pesetas la instruyó Ramírez, a la que acusa de "haber dejado dormir el asunto", que en 1995 fue archivado sin sentencia por caducidad.

El hostelero francés, ex propietario del hotel El Saladillo Beach Club, en Estepona (Marbella), asegura que desde que su denuncia fue a parar a las manos de la juez quedó dormido. "Nunca me llamaron al juzgado. La parálisis fue total pese a que se trataba de una estafa de casi 600 millones", recuerda. Arruinado, Scemama se marchó de Marbella después de que le amenazaran con "pegarme un tiro en la cabeza".

Fuentes policiales señalan que la única forma de demostrar si hubo o no prevaricación en la actuación de la ex decana obliga a revisar los citados casos y "hacer lo que se debió de hacer en su día y no se hizo".

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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