Zaplana hace compatibles sus "dos lealtades" hacia Aznar y la Comunidad Valenciana
VIENE DE LA PÁGINA 1 Zaplana destacó que el Estado de las Autonomías "ha sido" una magnífica oportunidad para el desarrollo de los gobiernos regionales, pero recuperó de inmediato el presente verbal: "Entendemos plenamente vivo el espíritu de la Constitución". Afirmó rotundo: "España no nos da ninguna vergüenza". Y se limitó a deslizar que "dentro del espíritu constitucional, la Comunidad Valenciana quiere mayor protagonismo". El presidente de la Generalitat vinculó su compromiso con los valencianos con su decidido apoyo al proyecto estatal del PP y enunció una particular teoría de las "dos lealtades", "perfectamente compatibles", hacia Aznar y hacia la Comunidad Valenciana. Zaplana aprovechó la ocasión para destacar "la solidez y madurez" del partido y anticipó los resultados de las próximas elecciones generales: "Hay PP para rato". Pero las críticas hacia los socialistas ocuparon un lugar central en su intervención. Zaplana recurrió a los términos "generosidad" y "disponibilidad", que tanto reiteraron los dirigentes socialistas en las semanas previas al congreso extraordinario del PSPV, para negar cualquier decepción particular en la "renovación de personas" en el nuevo comité ejecutivo del PP de la Comunidad Valenciana. Aclamado por el 98,7% de los delegados en el congreso, Zaplana recuperó otra palabra clave de los previos del desastre socialista: "Nuestro partido no es un ring, es un instrumento". Y celebró el apoyo de Aznar a los populares valencianos para destacar la distancia con el primer partido de la oposición. "Si no hay respeto desde el punto de vista político", en alusión a la intervención de la ejecutiva federal del PSOE en la crisis del PSPV, "cómo va haber respeto institucional". Por oposición, Zaplana atribuyó al Gobierno de Aznar la autovía hasta Madrid y la elaboración del Plan Hidrológico Nacional, que todavía no ha sido aprobado. "Querido José María, nunca un presidente ha hecho tanto por la Comunidad Valenciana", concluyó en tono familiar. La vertiente ideológica de la intervención de Zaplana se limitó al desdén hacia "los discursos caducos" e "ineficaces" y a la necesidad de profundizar en el compromiso individual. Y fue aderezada con una mención a John Fitzgerald Kennedy. Zaplana aseguró que la "nueva frontera" que dibujaba el presidente demócrata asesinado en 1963 tiene su correlato en la "disposición" del PP para "afrontar los nuevos cambios" que traerá consigo el próximo milenio. El presidente de la Generalitat aseguró sin titubeos que Aznar constituye un referente político de primer orden "en el mundo" y destacó que el "centrismo renovado" que defienden los populares, "más allá de la derecha y de la izquierda", responde estrictamente al "sentido común".
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