Bono defiende que el AVE pare y pase por Guadalajara, Cuenca y Albacete

José Bono, presidente de Castilla-La Mancha, anunció ayer que defenderá el próximo lunes en la reunión prevista con sus colegas valenciano y madrileño un trazado para el AVE entre Madrid y Valencia que pare y pase por Guadalajara, Cuenca y Albacete. Sin embargo, matizó: "No propondré un tren botijo que no llegue nunca a su destino, con continuadas paradas que no sean razonables". Tanto Eduardo Zaplana como Alberto Ruiz Gallardón reiteraron que su objetivo es conectar Valencia y Madrid en menos de dos horas.

Bono mantuvo una reunión en Toledo con los presidentes de la federaciones empresariales de Cuenca y Albacete a quienes anticipó el trazado que defenderá el lunes en la reunión prevista con Zaplana y Ruiz-Gallardón en el Ministerio de Fomento. El presidente de Castilla-La Mancha quiere que el futuro tren de alta velocidad pare y pase por Guadalajara, Cuenca y Albacete, desde donde saldrían ramales hacia Valencia, Alicante y Murcia. Según los representantes empresariales que participaron en la reunión "lo más conveniente para la región" es que se apoye un trazado que permita vertebrar Castilla-La Mancha. Una propuesta que, según su versión, sólo retrasaría el viaje entre Madrid y Valencia tres minutos. La línea que defenderá Bono permitiría aprovechar las infraestructuras actuales y la futura estación de Guadalajara, prevista en el AVE entre Madrid y Barcelona, que se construye en la actualidad. Así, se optimizaría la inversión entre Madrid y Guadalajara y se eliminarían los costes de construcción de nuevos viales sin que ello supusiera un incremento apreciable de la distancia total hasta Valencia. Lo más inteligente Agustín de León y Artemio Pérez, presidentes de las federaciones de empresarios de Cuenca y Albacete, consideran que esa propuesta acaba con los enfrentamientos que han surgido entre las dos capitales castellanomanchegas desde que se planteó la nueva infraestructura. Ambos dirigentes empresariales coincidieron en señalar que la propuesta de Bono es "la más inteligente, la más vertebradora y la que nos interesa a todos", en palabras de Agustín de León. Su colega de Albacete recordó que su ciudad cuenta con dos opciones entre los posibles trazados que se han barajado hasta la fecha, pero indicó: "Sería absurdo y numantino no apoyar a Cuenca". Agustín Conde, presidente del PP en Castilla-La Mancha, también expresó su apoyo al trazado que defenderá Bono. "Sería de elemental sentido común" aprovechar los viales construidos hasta Guadalajara, apuntó Conde, porque eso permitiría ahorra mucho tiempo en las futuras obras y "mucho dinero". Alberto Ruiz-Gallardón, presidente de la Comunidad de Madrid, evitó anticipar un trazado concreto y declaró: "Lo que realmente les interesa a los madrileños es conectar la capital con la costa de Valencia y Alicante en menos de dos horas". Ruiz-Gallardón también dejó caer que es necesario "atender las reivindicaciones", tanto de Castilla-La Mancha como de la Comunidad Valenciana. Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat Valenciana, abundó en el mismo sentido y remitió a la postura que ha defendido desde que la posibilidad de conectar Valencia y Madrid con un tren de alta velocidad empezó a cobrar cuerpo: Lo esencial es que el tiempo de viaje sea inferior a dos horas. Fuentes de la Consejería de Obras Públicas de la Generalitat se limitaron a comentar que el futuro trazado también debe permitir "vertebrar la Comunidad Valenciana", un comentario que apunta a necesidad de tener en cuenta las futuras conexiones entre Alicante, Valencia y Castellón. El próximo lunes coincidirán en Madrid los presidentes de las tres comunidades autónomas implicadas en el trazado de la nueva infraestructura. No es previsible que se llegue a ningún acuerdo. El acuerdo se plantea en términos exploratorios. Ni siquiera hay garantías de que el Ministerio de Fomento pueda presentar todos los estudios que Rafael Arias-Salgado se comprometió a desarrollar en los protocolos de intenciones firmados con Zaplana y Ruiz-Gallardón. Además, Isabel Tocino, ministra de Medio Ambiente, ha advertido sobre el enorme impacto ambiental que tendrá la construcción de la nueva infraestructura.