La noche de Savio y Morientes

Fue la noche de Savio y de Morientes, y también algo de Guti. No fue, en cambio, la noche de Anelka y Balic. Los más veteranos se llevaron los goles y las ovaciones del público. John Toshack y la política de fichajes del Madrid puso en entredicho su titularidad en el equipo pero ellos se han encargado de darle la vuelta a la situación. Morientes abrió el marcador y se reencontró con el gol después de tres partidos de desacierto. Pero fue Savio el que intervino en los tres primeros goles: dio el pase de gol a Morientes, marcó el segundo y después el penalti. La grada del Bernabéu puesta en pie aclamó a su héroe cuando en el minuto 74 el entrenador le mandó a la ducha. Catorce minutos antes, Anelka había seguido el mismo camino en medio de tímidos aplausos y algunos pitos."Es muy difícil explicar lo que se siente cuando el público te muestra su cariño de esta manera tan unánime. Yo durante todo este tiempo, sobre todo en los momentos más difíciles, he notado siempre su calor", confiesa emocionado Savio. "Estoy viviendo mi mejor momento desde que llegué al Madrid hace dos años. Ahora estoy bien físicamente y anímicamente". Savio reconoce que lo ha pasado muy mal, que en muchos momentos pensó tirar la toalla y regresar a Brasil. El apoyo de su esposa y su capacidad de sacrificio dicen que le han salvado. "Los tres primeros meses fueron muy duros. Lo pasé muy mal con la lesión".

Savio estaba convencido de que si Toshack le daba una oportunidad todo su fútbol saldría a flote y su situación en el equipo se consolidaría. De ahí su desperación en los últimos meses de la pasda temporada cuando el entrenador sólo se acordaba de él para los minutos de la basura. La lesión de Balic le dio la oportunidad que buscaba. "Nunca he tenido tantas oportunidades como hasta ahora, pero no me fio. Sé que hay jugadores esperando mi puesto. Desde hace tiempo sé que no puedo relajarme, que tengo que ganarme el puesto cada día. Creo que todavía puedo mejorar más".

"Hay jugadores que están en estado de gracia y hay que aprovecharse de ello", reconoció Toshack tras el partido, "pero ya les llegará el bajón y entonces habrá que echar mano de otros".

Morientes llevaba tres partidos sin marcar y Anelka acechaba. Ayer se reencontró con el gol y compartió titularidad con la estrella. "Los goles siempre son importantes y este lo es. Los delanteros vivimos de ellos por eso sé que Anelka lo debe de estar pasando mal, como a mi me ha pasado otras veces. Me hubiera gustado que él también hubiera visto la portería". Pero Anelka tocó apenas tres balones al borde del área y se marchó a la caseta sin darle la mano al entrenador. En el palco del diario As, donde los padres del futbolista francés seguían el partido, hubo malas caras. Sus hermanos dejaron de grabar el partido en vídeo y se marcharon. Para ellos, el Madrid sin Anelka no jugaba.

Toshack empieza a reconocer que está preocupado por Anelka: "He hecho el cambio que no quería hacer pero he pensado en el equipo y en ese momento lo que necesitábamos era que saliera un jugador como Guti. Nicolas está nervioso, le veo ansioso como le sucede a Balic. Les tenemos que dar tiempo".

A Toshack le gustó el resultado pero no algunas cosas que vio sobre el terreno de juego. Se quejó de que los noruegos gozaran de dos oportunidades con el marcador a cero y de algunos despistes defensivos. "Necesitamos tiempo", insistió.